lunes, 28 de diciembre de 2009

Vida extraterrestre. Por William Shea

Estoy intrigado por la vida inteligente extraterrestre. ¿Cómo explicamos las frecuentes noticias sobre los OVNIS? ¿Dicen la Biblia, el espíritu de profecía o la ciencia algo al respecto?Frank Mangabeira, Siqueira Campos, Sergipe, Brasil.

En el Antiguo Testamento se menciona acerca de la vida inteligente extraterrestre cuando Dios le preguntó a Job: “¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra... cuando alababan todas las estrellas del alba?” (Job 38:4-7). También Elena White menciona en sus comentarios “los mundos no caídos” (ver el Index to the Writings of Ellen G. White bajo: “Mundos [planetas]”). Nosotros sabemos que hay innumerables cuerpos celestes en el universo y creemos que algunos de ellos están habitados; sin embargo, no sabemos cuántos.

También te preguntarás si algunos de ellos han visitado nuestro Planeta. De acuerdo con la Biblia, los ángeles visitan la tierra regularmente y son activos en los asuntos humanos (ver Hebreos 1:14), pero nosotros no tenemos una evidencia directa de que alguno de esos seres de los mundos no caídos lo hayan hecho. Más bien ocurrirá lo contrario, ya que los redimidos visitarán esos mundos después de la segunda venida para dar su testimonio de las maravillas del Dios al cual servimos, y contar lo que él ha hecho por nosotros.

Con respecto a los objetos voladores no identificados (OVNIS) y a fenómenos similares, no tenemos información directa ni en la Biblia ni en los escritos de Elena White. Para aventurarme en una opinión personal, yo diría que en esta categoría general caen diversos fenómenos visuales. En algunos casos, las personas que los han observado podrían bien haber visto aviones militares de tecnología avanzada durante los vuelos de prueba. En otras ocasiones, éstos podrían haber sido el resultado de condiciones atmosféricas que producen imágenes poco comunes. En otros casos, pueden ser engaño o visiones reales causadas por Satanás para preparar al mundo para el papel que desempeñará en el gran engaño final. (Ver 2 Corintios 11:14). Sin embargo, hasta ahora no tenemos información de naves espaciales que hayan transportado seres no caídos de otros planetas.

Una humorista norteamericana le dio a este tema un giro muy divertido en una presentación que tituló: “La búsqueda de vida inteligente en el Universo”, e incluye la Tierra en esta búsqueda... Los cristianos deben ser inteligentes y sabios en cuanto a las grandes tentaciones y decepciones que vendrán pronto sobre la Tierra. Todos necesitamos prepararnos para ese momento. Ningún ser salido de un OVNI nos traerá este discernimiento. Se lo encuentra en otro lugar y en relación con otra persona. Ese lugar es la Biblia; esa persona es Jesucristo.


Fuente: Dialogo Universitario
Autor: William H. Shea, (M.D., Loma Linda University; Ph.D., University of Michigan), es un de los directores asociados del Instituto de Investigación Bíblica en la Asociación General.

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domingo, 20 de diciembre de 2009

Navidad. Por Elena G. de White.

Declaraciones de Elena G. de White en relación con la observancia de la Navidad y los regalos de la fiesta*

La fiesta de la Navidad

“Ya llega la Navidad”, es la nota que resuena por el mundo, del este al oeste y del norte al sur. Para los jóvenes, para los de edad madura, y aun para los ancianos, es una ocasión de regocijo general. Pero, ¿qué es la Navidad para que requiera tanta atención?...

Se dice que el 25 de diciembre es el día en que nació Jesucristo, y la observancia de ese día se ha hecho costumbre popular. Sin embargo, no hay seguridad de que estemos celebrando el día preciso en que nació nuestro Salvador. La historia no nos da pruebas ciertas de ello. La Biblia no señala la fecha exacta. Si el Señor hubiese considerado tal conocimiento como esencial para nuestra salvación, habría hablado de ello por sus profetas y apóstoles, a fin de dejarnos enterados de todo el asunto. Por lo tanto, el silencio de las Escrituras al respecto nos parece evidencia de que nos fue ocultado con el más sabio de los propósitos.

En su sabiduría, el Señor no reveló el lugar donde había sepultado a Moisés. Le enterró, luego le resucitó y lo llevó al cielo. Obró así, en secreto, para evitar la idolatría. Aquel contra quien se habían rebelado [los israelitas] mientras estaba en servicio activo, aquél a quien provocaron por poco más allá de lo que podía soportar un ser humano, fue casi adorado como Dios después que la muerte lo separó de ellos. Por el mismo motivo Dios ocultó el día preciso en que nació Cristo, a fin de que ese día no recibiese el honor que debía darse a Cristo como Redentor del mundo, quién es el único que debía recibirlo y en quién se debía confiar por ser el único capaz de salvar hasta lo sumo a todos los que se allegan a él. La adoración del alma debe tributarse a Jesús como Hijo del Dios infinito.


Para glorificar a Dios, no al hombre

No descansa una santidad divina sobre el 25 de diciembre, y no agrada a Dios que cualquier cosa que concierna a la salvación de los hombres, por el infinito sacrificio hecho por ellos, sea tan tristemente pervertido de su plan manifiesto. Cristo debe ser el objeto supremo; pero como se ha estado observando la Navidad, en lugar de tributarse a Él la gloria se tributa al hombre mortal, cuyo carácter pecador y defectuoso hizo necesario que él viniera a nuestro mundo.

Jesús, la Majestad del cielo, el Rey del cielo, se despojó de su realeza, dejó su trono de gloria, su elevada autoridad, y vino a nuestro mundo para traer al hombre, debilitado en sus facultades morales y corrompido por el pecado, la ayuda divina. Vistió su divinidad con humanidad, para poder, desde las mismas profundidades del dolor y miseria, elevar al hombre caído. Al llevar sobre sí mismo la naturaleza humana, elevó a la humanidad a una escala de valor moral con Dios. Estos grandes temas son casi demasiado altos, demasiado profundos, demasiado infinitos, para la comprensión de las mentes finitas.

Los padres deben comentar estas cosas ante sus hijos e instruirlos, línea sobre línea, precepto sobre precepto, en su obligación para con Dios –no en su obligación uno con otro, para honrarse y glorificarse unos a otros con regalos y obsequios. Sino que debe enseñarse que Jesús es el Redentor del mundo, el tema de pensamiento, del esfuerzo meticuloso; que esta obra es el gran tema que debe captar su atención; que deben llevarle a Él sus regalos y obsequios. Así lo hicieron los sabios y los pastores.


Es difícil pasarla por alto

En vista de que el 25 de diciembre se observa para conmemorar el nacimiento de Cristo, y en vista de que por el precepto y por el ejemplo se ha enseñado a los niños que es en verdad un día de alegría y regocijo, os resultará difícil pasar por alto esa fecha sin dedicarle cierta atención. Es posible valerse de ella con un buen propósito.

Es necesario tratar a los jóvenes con mucho cuidado. No se les debe dejar que en ocasión de Navidad busquen diversión en la vanidad y la búsqueda de placeres, o en pasatiempos que pudieran perjudicar su espiritualidad. Los padres pueden controlar esto dirigiendo la atención y las ofrendas de sus hijos hacia Dios y su causa, y hacia la salvación de las almas.

En vez de ser ahogado y prohibido arbitrariamente, el deseo de divertirse debe ser controlado y dirigido por esfuerzos esmerados de parte de los padres. Su deseo de hacer regalos puede ser desviado por cauces puros y santos a fin de que beneficie a nuestros semejantes al suplir la tesorería con recursos para la grandiosa obra que Cristo vino a hacer en este mundo. La abnegación y el sacrificio propio caracterizaron su conducta, y deben caracterizar también la de los que profesamos amar a Jesús porque en él se concentra nuestra esperanza de vida eterna.


Sustituir con placeres inocentes los entretenimientos pecaminosos


No puede pedirse que los jóvenes sean tan sedados y serios como los de más edad, que el niño sea tan sobrio como el caballero. Mientras que se condenan las diversiones pecaminosas, como debe hacerse; que los padres, maestros y guardianes de los jóvenes provean en su lugar placeres inocentes que no tienten o corrompan la moral. No aprisionen a los jóvenes con reglas y restricciones rígidas que los lleve a sentirse oprimidos y los quebrante e ingresen en los caminos de la locura y la destrucción. Con mano firme, bondadosa y considerada sostengan los lineamientos de gobierno, guiando y controlando sus mentes y propósitos, aunque tan gentil, sabia y amorosamente, que ellos entiendan que todavía tienen los mejores deseos para ellos en vista.

Cuantos padres están lamentando el hecho de que no pueden mantener sus hijos en el hogar, que no tienen amor por el hogar. A una edad temprana tienen deseo por la compañía de extraños; y tan pronto como son los suficientemente grandes se apartan de lo que les parece que es una atadura y una restricción irrazonable, y no harán caso de los ruegos de su madre ni los consejos de su padre. La investigación revelaría generalmente que el pecado yace a la puerta de los padres. No hicieron del hogar lo que debiera ser –atractivo, placentero, brillante con el sol de palabras amables, miradas agradables y amor verdadero.

El secreto de la salvación de sus hijos reside en hacer de su hogar un lugar lindo y atractivo. La indulgencia en los padres no unirá los hijos a Dios ni al hogar; lo que salvará a muchos hijos de la ruina es una influencia firme y bondadosa para entrenar y educar apropiadamente la mente.


El árbol de Navidad

No adopten los padres la conclusión de que un árbol de Navidad puesto en la iglesia para distraer a los alumnos de la escuela sabática es un pecado, porque es posible hacer de él una gran bendición. Dirigid la atención de esos alumnos hacia fines benévolos. En ningún caso debe ser la simple distracción el objeto de esas reuniones. Aunque algunos truequen estas ocasiones en momentos de negligente liviandad y no reciban la impresión divina, para otras mentes y caracteres dichas ocasiones resultan altamente benéficas. Estoy bien convencida de que pueden idearse substitutos inocentes para muchas reuniones desmoralizadoras.

Llega la Navidad. Que todos tengan la sabiduría para hacer de ésta una ocasión preciosa. Que los miembros de más edad se unan, en corazón y alma, con los niños en sus entretenimientos y recreaciones inocentes, en idear formas y medios para mostrar verdadero respeto a Jesús al traerle regalos y donativos. Que cada uno recuerde los reclamos de Dios. Su causa no puede avanzar sin vuestra ayuda. Que los regalos que generalmente se prodigan unos a otros sean puestos en la tesorería del Señor… Que en cada iglesia vuestras pequeñas ofrendas sean puestas en vuestro árbol de Navidad. Que el precioso emblema “siempre verde” sugiera la santa obra de Dios y su beneplácito para con nosotros; y que la obra de un corazón amoroso sea salvar otras almas que están en la oscuridad. Que vuestro trabajo esté en armonía con vuestra fe…

En todo árbol del jardín de Satanás cuelgan frutos de vanidad, orgullo, altivez, malos deseos, extravagancia –todos frutos envenenados, pero muy gratificantes para el corazón carnal. Que las iglesias presenten a Dios árboles de Navidad en cada iglesia, y luego que cuelguen de ellos los frutos de las ofrendas de beneficencia y de agradecimiento que provienen de corazones y manos dispuestos, frutos que Dios aceptará como una expresión de nuestra fe y nuestro gran amor hacia Él por el don de su Hijo, Jesucristo. Que el árbol sea cargado con fruto, rico, puro y santo, aceptable a Dios. ¿Por qué no tener una Navidad tal como la que el cielo pueda aprobar?


El intercambio de regalos

Miles de dólares (en 1884) se gastan innecesariamente cada año en regalos de unos para otros. Eso significa una pérdida para Dios, una pérdida para su causa. Gratifica la vanidad, alienta el orgullo, crea toda clase de insatisfacción, murmuración y queja, porque quizás el regalo no sea lo que se estaba deseando ni del valor elevado que se deseaba o esperaba.

La Navidad no se observa según lo que implica su nombre. El hombre ha abandonado a Dios en casi todas las cosas, y ha vuelto su atención hacia sí mismo. Ha dejado los manantiales puros de agua viviente que fluyen del trono de Dios, y se han procurado para sí cisternas rotas que no pueden contener agua. Dios le dio al hombre una prueba para que pueda ser apto para el cielo. Debía levantar su mirada hacia Dios, quien debía ser el objeto de la adoración del alma, pero las facultades talentosas, hábiles e ingeniosas se ejercieron todas para hacer del yo el objeto supremo de la atención. El hombre ha quitado su mirada de la Deidad y ha puesto sus ojos en lo finito, lo terrenal, lo corruptible.

Satanás está tras esta obra de poner a Dios fuera de la mente e interpone el mundo al yo para que el ojo no se fije sólo en la gloria de Dios. Satanás cautiva y engaña la mente. Su sabiduría infernal se ejercita continuamente para moldear y modelar el material con el cual tiene que tratar, para hacer de Dios el objeto menor y último de la devoción.


Dirijan la corriente hacia el cielo


Los diversos entretenimientos de la sociedad han sido la ruina de miles que, a causa de estos engaños de Satanás, podrían ser siervos del Dios viviente. Hay caracteres arruinados que se ven por todas partes y que han sido destruidos por el placer de las riquezas y de la moda; y el trabajo aún va más allá. Miles más irán a la ruina, quienes no abrirán los ojos para ver y percibir el hecho de que, aunque son profesos cristianos, son amantes de los placeres más que de Dios…

Ahora, hermanos, que en Navidad hagamos un esfuerzo especial para venir delante del Señor con regalos y ofrendas de gratitud por el don de Jesucristo como Redentor para el mundo. Que nada se gaste ahora innecesariamente, sino que cada centavo que sobre sea dado al banquero. Satanás ha tenido su forma en manejar estas ocasiones para adecuarlas a sí mismo. Ahora, cambiemos la corriente hacia el cielo en lugar de hacia la tierra. Mostremos por nuestras ofrendas que apreciamos la abnegación y sacrificio de Cristo en nuestro favor. Que Dios sea recordado por cada niño y padre; y que las ofrendas, pequeñas y grandes, sean llevadas a la tesorería de Dios.

Vosotros, que tenéis medios, que habéis tenido el hábito de hacer donaciones a vuestros familiares y amigos hasta que os visteis perdidos por no saber qué inventar para que sea nuevo e interesante para ellos, buscad poner vuestro ingenio a prueba, al igual que vuestra influencia, para ver cuántos medios podéis juntar para el avance de la obra del Señor. Que vuestras habilidades y capacidades sean empleadas para hacer de la próxima Navidad una de intenso interés, prestando vuestra atención al Dios del cielo con ofrendas voluntarias y de gratitud. No sigáis más las costumbres del mundo. Haced un cambio aquí, y ved si esta Navidad se pueden ver miles de dólares fluyendo en la tesorería, para que el almacén de Dios no se vacíe.

Podéis no ser recompensados en la tierra, pero lo seréis en la vida futura, y en forma abundante. Que aquellos que han planeado por mucho tiempo para sí mismos, que ahora comiencen a planificar para la causa de Dios, y tendrán ciertamente sabiduría adicional. Que la conciencia sea iluminada, y el amor de la verdad y de Cristo tome el lugar de los pensamientos idólatras y del amor egoísta.

¿No os levantaréis, mis hermanas y hermanos cristianos, y no habréis de ceñiros para cumplir vuestro deber en el temor de Dios, y no ordenaréis este asunto de modo que, en vez de carecer de interés, rebose de placer inocente y lleve la señal del cielo? Sé que la clase más pobre responderá a esta sugerencia. Los más ricos también debieran manifestar interés y dar regalos y ofrendas proporcionales a los recursos que Dios les confió. ¡Ojalá que en los libros del cielo se hagan anotaciones acerca de la Navidad cual nunca se las vio, por causa de los donativos que se ofrezcan para sostener la obra de Dios y el fortalecimiento de su reino!- Review and Herald, 9 de diciembre, 1884 (porciones de este artículo aparecen en El hogar cristiano, pp. 434-439).


Regalos navideños

Se acerca la época de las fiestas con su intercambio de regalos, y tanto los jóvenes como los adultos consideran atentamente qué pueden dar a sus amigos en señal de afectuoso recuerdo. Por insignificantes que sean los regalos, es agradable recibirlos de aquellos a quienes amamos. Constituyen una demostración de que no nos han olvidado, y parecen estrechar un poco más los lazos que nos unen con ellos.

Hermanos y hermanas, mientras estáis pensando en los regalos que queréis ofreceros unos a otros, quisiera haceros recordar a nuestro Amigo celestial, que no olvidéis lo que él nos pide. ¿No le agradará nuestra demostración de que no le hemos olvidado? Jesús, el Príncipe de vida, lo dio todo para poner la salvación a nuestro alcance... Hasta sufrió la muere, para poder darnos la vida eterna.

Mediante Cristo es como recibimos toda bendición... ¿No compartirá nuestro Benefactor celestial las pruebas de nuestra gratitud y amor? Venid, hermanos y hermanas, con vuestros hijos, aun con los niños de brazos, y traed vuestras ofrendas a Dios de acuerdo con lo que podáis dar. Hónrenle vuestros corazones con melodías y alábenle vuestros labios. Regocijémonos de que nuestro Salvador vive para interceder por nosotros en la presencia de Jehová. Como pueblo nos hemos deslizado de Dios; regresemos a Él, y Él regresará a nosotros, y sanará todos nuestros deslices. Que, en la próxima Navidad y las fiestas del nuevo año, no sólo demos una ofrenda a Dios de nuestros recursos, sino que nos entreguemos a Él sin reservas, como un sacrificio viviente.

Aunque exhorto a todos en su deber de primero traer sus ofrendas a Dios, no condeno por completo la práctica de hacer regalos de Navidad y Año Nuevo a nuestros amigos. Está bien que nos otorguemos unos a otros pruebas de cariño y aprecio con tal que no olvidemos a Dios, nuestro mejor Amigo. Debemos hacer regalos que sean de verdadero beneficio para quienes los reciban. Yo recomendaría libros que ayuden a comprender la Palabra de Dios o que acrecienten nuestro amor por sus preceptos. Proveamos algo que leer para las largas veladas del invierno…

Necesitamos pensar más en Dios y menos en nosotros mismos. Si pensamos sólo en Él tan seguido como tengamos evidencia de su cuidado por nosotros, lo mantendremos siempre en nuestros pensamientos, y nos deleitaremos en hablar de Él y alabarlo. Hablamos de las cosas temporales porque tenemos interés en ellas.

Hablamos de nuestros amigos porque los amamos; nuestros gozos y lamentos están unidos a los de ellos. Todavía tenemos razones infinitamente más grandes para amar a Dios que para amar a nuestros amigos terrenales; recibimos más de Él que de cualquier otro amigo, y debe ser la cosa más natural del mundo hacer de Dios lo primero en todos nuestros pensamientos, hablar de su bondad y contar de su poder, y responder a su amor mediante nuestras ofrendas y regalos voluntarios para su causa.— Review and Herald, 26 de diciembre de 1882.


Desviados del verdadero objetivo

Nuestros hijos han sido educados para esperar regalos de padres y amigos en Navidad. La Navidad se celebra para conmemorar el nacimiento de Cristo. Si la celebramos sólo buscando dar placer a nuestros hijos y unos a otros, nuestras ofrendas se desvían de su verdadero objetivo. Debemos traer nuestras ofrendas de agradecimiento al Señor, dejando nuestros regalos a los pies de quien ha abierto los tesoros del cielo para nosotros.

El enemigo planea que las mentes y corazones de los seres humanos sean desviados de Dios y su causa, para alabarse y honrarse unos a otros. Dios ha sido dejado fuera de la cuestión, y deshonrado positivamente. La Navidad ha sido hecha un día de fiesta, glotonería, indulgencia egoísta.

Ahora bien, que cada familia considere este asunto con todo su peso. Que los padres lo pongan en todo su maravilloso significado ante sus hijos y amigos, y digan: “Este año no gastaremos dinero en regalos para nosotros mismos, sino que honraremos y glorificaremos a Dios. Testificaremos de nuestra gratitud a Él, quien dio a su Hijo para morir como nuestro sacrificio, para que podamos tener el regalo de la vida eterna”. Que mostremos que apreciamos este regalo, y que respondamos tanto como esté en nuestras posibilidades con ofrendas de gratitud. Que celebremos la Navidad recordando a Dios en lugar de a nuestros amigos y familiares con regalos que no necesitan.


La recompensa de la abnegación


¿No reconocerá Dios las ofrendas entregadas de esa forma? ¿No bendecirá a los pequeños que traen algo de ofrenda por sí mismos al Maestro? ¡Por cierto que lo hará! ¿No es ésta una oportunidad muy preciosa para educar a vuestros hijos en la obra de abnegación por causa de Jesús? Contad a los niños del gran campo misionero y habladles del amor de Cristo, del gran sacrificio que hizo porque nos ama y desea que tengamos un hogar con Él en su reino. Vino a nuestro mundo para bendecirlo con su divina presencia, para traer paz, luz y gozo. Pero el mundo no lo recibió e hizo morir al Príncipe de la Vida. Su muerte fue para poner los tesoros del cielo al alcance de todo el que crea en Jesús.

Haced claro este tema glorioso ante vuestros hijos, y mientras sus corazones jóvenes se extienden con amor hacia Dios, dejadlos que presenten sus pequeñas ofrendas para que realicen su parte en el envío de la preciosa luz de la verdad a otros. Así los niños pueden llegar a ser pequeños misioneros para el Maestro. Sus pequeñas ofrendas, al ingresar en la tesorería como muchos riachos pequeños, pueden engrosar el canal de un río que refrescará muchas almas que están sedientas por la verdad de Dios; e incluso que estos niños puedan ver algunas almas salvadas en el reino de Dios como resultado de su abnegación.- Review and Herald Extra, 11 de diciembre, 1888.


Las fiestas

Nos acercamos rápidamente a la época de las fiestas, y la conciencia de muchos se está cuestionando ahora qué curso tomarán que sea agradable a la vista de Dios. Para el mundo, las fiestas se emplean en la frivolidad y la extravagancia, la glotonería y la exhibición. En esta época, prevalece la costumbre de dar y recibir regalos. Y no es una carga pequeña para la mente saber cómo distribuir estos regalos entre los amigos para que nadie se sienta menos. Es un hecho que muchas de las envidias y celos se crean por esta costumbre de dar regalos.

En ocasión de las próximas fiestas de Navidad y Año Nuevo se desperdiciarán miles de dólares en placeres inútiles; pero es privilegio nuestro apartarnos de las costumbres y prácticas de esta época de degeneración; y en vez de gastar recursos, simplemente para satisfacer el apetito, y comprar inútiles adornos o prendas de vestir, podemos hacer de las próximas fiestas una acción de honrar y glorificar a Dios.

Aconsejamos a todos nuestros hermanos y hermanas que hagan una reforma decidida en relación con estos días festivos. Quienes aprecien el don del querido Hijo de Dios, el de salvarlos de la ruina, tienen ahora una oportunidad favorable para dar pruebas tangibles de su agradecimiento al dar a Dios sus ofrendas de gratitud. Que los jóvenes y adultos dejen a un lado sus mitos como ofrendas de sacrificio a Dios. Si diéramos a la causa de nuestro Redentor la mitad de lo que hayamos empleado en nuestros amigos, haríamos mucho bien y recibiríamos una bendición por dar.


Seguid el ejemplo de Cristo


Busquemos representar fielmente a Cristo en los próximos días festivos imitando su ejemplo cuando él iba haciendo bien. Es imposible gozar de la aprobación de Dios mientras vivimos para el yo. Como cristianos que profesamos una fe viviente en el pronto regreso del Hijo del Hombre, guardando todos los mandamientos de Dios, hagamos un esfuerzo ferviente para estar más cerca de Dios mediante Jesucristo y hacer un pacto de sacrificio con Él. En nuestros principios de acción, debemos elevarnos por encima de las costumbres y modas del mundo. Cristo vino al mundo para elevar las mentes de los hombres al nivel de la divinidad, y para llevarlos a simpatizar con la mente de Dios.

Como toda bendición que gozamos nos llega por la condescendencia, humillación y sacrificio de Jesucristo, debemos rendirle nuestros mejores dones por encima de todo sin negarnos a nosotros mismos. El sacrificio infinito que Cristo ha hecho para librarnos de la culpa y la miseria del pecado debiera obrar en cada corazón un espíritu de gratitud y abnegación como no lo manifiesta el mundo. Cristo, el regalo de Dios al hombre llenó todo el cielo de asombro, e inspiró con su nacimiento la canción angélica “Gloria de Dios en lo alto, y en la tierra paz, buena voluntad hacia los hombres”.

El día de Navidad, recordativo precioso del sacrificio hecho en favor del hombre, no debe ser empleado en la glotonería y la complacencia egoísta, exaltando así a la criatura por sobre el Creador. Que quienes somos participantes de esta gran salvación mostremos que tenemos algo de aprecio por el don, entregando a Dios nuestras ofrendas de gratitud. Si fuéramos menos indulgentes en fiestas y diversiones en estas ocasiones, y en lugar de eso hiciésemos de ellas el medio para beneficiar a la humanidad, entenderíamos mejor la mente de Dios. Es placentero y gratificante intercambiar regalos con nuestros amigos, pero ¿no hay un objetivo más glorioso y noble para dar nuestros medios, y así hacer bien al arrojar luz sobre la senda de otros?
Regalos sugerentes

Son muchos los que no tienen libros ni publicaciones relativas a la verdad presente. Representan, sin embargo, un importante renglón en el cual se puede invertir dinero. Son muchos los pequeñuelos a quienes se debieran proveer buenas lecturas. The Sunshine Series [Serie Sol], Golden Grains Series [Serie Granos dorados], Poem [Poema], Sabbath Readings [Lecturas para el sábado] [Nota: se hace referencia en este artículo a publicaciones en circulación y proyectos de edificación. Como los principios establecidos que se presentan en esta relación son aplicables actualmente, se dejan las referencias específicas en este artículo al duplicarlo], etc., son todos libros preciosos, y pueden introducirse con seguridad en cada familia. Las pequeñas sumas que suelen gastarse en caramelos y juguetes inútiles pueden guardarse para tener con qué comprar tales libros.

Los niños necesitan lectura apropiada que los divierta y recree, sin desmoralizar la mente ni cansar el cuerpo. Si se les enseña a aficionarse a lo romántico y a los cuentos que aparecen en los periódicos, los libros y revistas instructivos les desagradarán. La mayoría de los niños y los jóvenes quieren tener cosas que leer; y si otros no las seleccionan para ellos, se encargarán de hacerlo. En cualquier parte pueden hallar lecturas que pueden arruinarlos, y pronto se aficionan a ellas; pero si se les proporcionan lecturas buenas y puras, cultivarán el gusto por ellas.

Deben hacerse esfuerzos especiales para excluir de nuestros hogares esa clase de literatura que no tenga una influencia benéfica sobre nuestros hijos. Muchas veces me ha dolido encontrar sobre las mesas o las bibliotecas de los observadores del sábado, periódicos y libros llenos de romanticismo, los cuales leían sus hijos atentamente con ansiedad.

Están aquellos que profesan ser hermanos que no reciben la Revista Adventista, Signs [Señales de los tiempos], Instructor [El instructor de los jóvenes], o Good Health [Buena salud], pero reciben uno o más periódicos seculares. Sus hijos están interesados profundamente en la lectura de historias ficticias y de amor que se encuentran en esos periódicos, y que su padre puede pagar, aunque se queja de que no puede pagar por nuestros periódicos y publicaciones sobre la verdad presente. Y de esa forma los padres están educando el gusto de sus hijos para devorar codiciosamente las historias enfermizas y sensacionales que se encuentran en las columnas de los periódicos. Toda esa lectura es veneno; dejan una mancha sobre el alma y alienta el amor por la lectura barata que socavará la moral y arruinará el alma.

Los padres deben velar sobre sus hijos, enseñarles a cultivar una imaginación pura y a rehuir como a un leproso las escenas de amor enfermizo que se presentan en los periódicos. Haya en vuestras mesas y bibliotecas publicaciones que traten temas morales y religiosos, a fin de que vuestros hijos puedan cultivar el gusto por la lectura de carácter elevado. Que aquellos que desean hacer regalos valiosos a sus hijos, nietos, sobrinos y sobrinas, consigan para ellos los libros para niños mencionados anteriormente. Para los jóvenes, Life of Joseph Bates [La vida de José Bates] es un tesoro, también los tres tomos de Spirit of Prophecy [Espíritu de Profecía]. Estos tomos debieran colocarse en toda familia en la tierra. Dios está dando luz del cielo, y ni una sola familia debiera quedar privada de ella. Sean los regalos que ofrezcáis de tal índole que derramen rayos de luz sobre la senda que conduce al cielo.


Ofrendas consagradas a Dios

Antiguamente los hijos de Israel tenían la orden de observar tres fiestas anuales cada año: La pascua, la fiesta de las cabañas y la fiesta de las semanas. El Señor dio instrucciones para que en estas ocasiones sus regalos y ofrendas sean consagrados a Él, y nadie debía presentarse ante Él con las manos vacías. Pero en nuestros días se ha convertido en moda observar estas ocasiones festivas en una forma que aparta la mente de Dios en lugar de dar gloria a su Nombre. Aquellos a quienes Dios ha bendecido con prosperidad deben reconocer al Dador y sentir que cuanto más se les ha dado, más se les requerirá.

Nuestras fiestas se han desviado de su intención original. Se prodigan regalos unos a otros, y la alabanza que debe darse a Dios, a quien le pertenecen todas las cosas, se otorga a los pobres mortales.

Nuestras casas de adoración en Oakland y Battle Creek están bajo la presión de la deuda. El Tabernáculo Dime nos pertenece a todos; todos debiéramos tener un interés especial en él.

Con el propósito de acomodar a los estudiantes del Colegio, los pacientes del sanatorio, los que trabajan en las oficinas, y la gran cantidad de adoradores que vienen constantemente de otros lugares, fue una necesidad real la construcción de una casa de adoración espaciosa. Sobre quienes están en Battle Creek descansan grandes responsabilidades, y también sobre aquellos cuyos brazos deben ser levantados para sostener estos intereses en el mismo corazón de la obra. En ninguna parte del mundo hay un campo de batalla por la verdad y la reforma como éste. Aquí hay grandes intereses involucrados. La escuela sabática y el colegio están educando a la juventud y determinando el futuro destino de las almas. Hay aquí una necesidad continua de idear medios y formas para el avance de la verdad y la conversión de las almas. Nuestro pueblo no está ni la mitad de despierto a las demandas de los tiempos. La voz de la Providencia llama a todos lo que tienen el amor de Dios en sus corazones a levantarse para esta gran emergencia. Nunca hubo un tiempo cuando había tanto en juego como hoy. Nunca hubo una época en la cual se demandara gran energía y abnegación del pueblo que guarda los mandamientos de Dios.


Un árbol de Navidad


Ya se acerca el fin de otro año, y ¿no haremos de estos días festivos oportunidades en las cuales llevar nuestras ofrendas a Dios? No puedo decir sacrificios, porque estaremos sólo rindiendo a Dios lo que ya le pertenece, y que sólo nos lo ha confiado a nosotros hasta que nos lo pida.

Agradaría mucho a Dios que cada iglesia tuviese un árbol de Navidad del cual colgasen ofrendas, grandes y pequeñas, para esas casas de culto. Nos han llegado cartas en las cuales se preguntaba: ¿Tendremos un árbol de Navidad? ¿No seremos en tal caso como el mundo? Contestamos: Podéis obrar como lo hace el mundo, si estáis dispuestos a ello, o actuar en forma tan diferente como sea posible de la seguida por el mundo. El elegir un árbol fragante y colocarlo en nuestras iglesias no entraña pecado, sino que éste estriba en el motivo que hace obrar y en el uso que se dé a los regalos puestos en el árbol.

El árbol puede ser tan alto y sus ramas tan extensas como convenga a la ocasión, con tal que sus ramas estén cargadas con los frutos de oro y plata de vuestra beneficencia y los ofrezcáis a Dios como regalo de Navidad. Sean vuestros donativos santificados por la oración y que el fruto de este árbol sea consagrado para eliminar las deudas de nuestras casas de adoración en Battle Creek, Michigan, y Oakland, California.

Una palabra al sabio es suficiente.- Review and Herald, 11 de diciembre, 1879.


Un árbol de Año Nuevo

Al terminar el largo viaje que me trajo del este, llegué a casa a tiempo para pasar la víspera de Año Nuevo en Healdsburg. El salón de actos del colegio había sido preparado para una reunión de la escuela sabática. Se habían ordenado con buen gusto guirnaldas de ciprés, hojas otoñales, ramas de coníferas y flores. Una gran campana formada con ramas de pino colgaba del arco de entrada al salón. El árbol estaba bien cargado de donativos, que iban a emplearse para beneficio de los pobres y para contribuir a la compra de una campana. Excepto por unos pocos ejemplos, los nombres de los donantes no aparecían, sino que se leían textos bíblicos apropiados y lemas cuando los regalos se sacaban del árbol. En esa ocasión nada se dijo ni se hizo que hubiese de cargar la conciencia de nadie.

Algunos me dijeron: "Hermana White, ¿qué piensa Vd. de esto? ¿Concuerda con nuestra fe?" Les contesto: "Concuerda con mi fe". En Healdsburg, San Francisco, y Oakland, hay muchas cosas para atraer a nuestros hijos; se gastan grandes sumas cada año para comprar regalos para los amigos en Navidad y Año Nuevo. Estos regalos no son generalmente satisfactorios, porque muchos reciben regalos que no necesitan, cuando les gustaría tener alguna otra cosa; algunos reciben el mismo objeto de diferentes personas, y otros no reciben nada.


Fiestas interesantes

Nos hemos esforzado en serio por hacer que las fiestas fueran tan interesantes como se pudiera para los jóvenes y los niños mientras cambiábamos ese orden de cosas. Nuestro fin era mantenerlos alejados de las escenas de diversión entre incrédulos. En lugar de seguir una costumbre egoísta y dar a aquellos de quienes esperaríamos recibir un presente, hagamos nuestras ofrendas al Señor. Este plan resultó exitoso en muchas de nuestras iglesias, y fue un éxito en esta ocasión, las donaciones ascendieron a 138 dólares. Y así el nuevo año se inició con ofrendas para el Dador de todos nuestros favores y bendiciones.

He pensado que mientras contenemos a nuestros hijos de los placeres del mundo que tengan una tendencia a la corrupción y a la perversión, debemos proveerles recreación inocente para conducirlos por senderos placenteros donde no hay ningún peligro. Ningún hijo de Dios necesita tener una experiencia triste o deplorable. Los mandamientos de Dios y las promesas divinas lo demuestran. Los caminos de la sabiduría son "caminos deleitosos, y todas sus veredas paz". Los placeres mundanos privan del uso de la razón, y por un momento de gozo, muchos sacrifican la amistad del cielo, con la paz, el amor y el gozo que otorga. Pero estos objetos de deleite elegidos pronto producen disgusto e insatisfacción.


Los atractivos de la vida cristiana

Necesitamos hacer todo lo que esté de nuestra parte para ganar almas mediante la presentación de los atractivos de la vida cristiana. Nuestro Dios ama lo bello. Podría haber revestido la tierra de castaño y gris, y los árboles de un ropaje triste en lugar del vivo follaje verde; pero deseaba que sus hijos fueran felices. Cada hoja, cada capullo y flor que se abren, son una prueba de su tierno amor; y debiéramos proponernos manifestar a otros este maravilloso amor expresado en sus obras creadas.

Dios desearía que todo hogar y toda iglesia ejercieran poder de atracción para apartar a los niños de los placeres seductores del mundo y de relacionarse con aquellos cuya influencia es de tendencia corruptora. Estudiad para ganar a los jóvenes para Jesús. Impresionad sus mentes con la misericordia y la bondad de Dios al permitirles, pecadores como son, disfrutar de las ventajas, la gloria y la honra de ser hijos e hijas del Altísimo. ¡Qué pensamiento más extraordinario, qué condescendencia inaudita, qué asombroso amor, que los hombres finitos puedan ser aliados del Omnipotente! "A los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios". "Amados, ahora somos hijos de Dios". ¿Puede alguna honra mundanal igualarse a esto?

Representemos la vida cristiana como realmente es; hagamos que el camino sea alegre, invitador, interesante. Podremos hacerlo si lo deseamos. Podemos llenar nuestra mente con cuadros vívidos de las cosas espirituales y eternas, y al hacerlo así contribuir a que sean una realidad para otras mentes. La fe contempla a Jesús que permanece como nuestro Mediador a la diestra de Dios. La fe contempla las mansiones que ha ido a preparar para los que lo aman. La fe ve el manto y la corona preparados para el vencedor. La fe oye los cantos de los redimidos, y acerca las glorias eternas. Debemos acercarnos a Jesús en amorosa obediencia, si queremos ver al rey en su hermosura.- Review and Herald, 29 de enero, 1884.




Fuente: Centro de Investigacion White. Universidad Adventista del Plata, Argentina.
Autor: Elena G. de White. Los adventistas creemos que ejerció el don bíblico de profecía durante más de setenta años de ministerio público.
Nota: * Documento elaborado por el White State, en Septiembre de 1962 y revisado en diciembre de 1989; bajo el titulo "Declaraciones de Elena G. de White en relación con la observancia de la Navidad y los regalos de la fiesta". Editor


- Articulo originalmente publicado el lunes 24 de diciembre de 2007. Editor







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miércoles, 9 de diciembre de 2009

El pastor adicto al sexo. Por Harry W. Schaumburg

Alguien que usted conoce tiene un problema escondido. Puede que trabaje en su iglesia, o quizás sea un pastor en la misma ciudad, la esposa de un amigo, un líder de distrito, un evangelista, o un misionero regresando del campo. Quizás sea su cónyuge o un familiar. Los conoce por nombre, y sabe de sus dones espirituales. Lo que no sabe es su vida secreta de pecado sexual. Lo que usted no ve detrás de las predicaciones ungidas, los dones del Espíritu, y el ministerio exitoso es la profundidad escondida del corazón de esta persona. Allí encontrará la falsedad de "los malos pensamientos,...los adulterios, las fornicaciones" (Mateo 15:19), una maldad tan impura que va en contra de la lógica y razón cuando surge y afecta una iglesia creciente y un matrimonio que parece ser bueno. La penetración de este problema es uno de los desafíos espirituales más grandes que enfrenta la iglesia cristiana en esta era postmoderna.

Enfrentar la verdad

Los pastores tienen muchos problemas y cualquier persona que duda de eso está espiritualmente dormida (1 Tesalonicenses 5:6). No son solamente los números que indican la seriedad del problema, sino que son parte de la naturaleza del problema. Para entender la anchura y la profundidad de esta crisis los pastores tienen que tener el coraje de abrir las puertas cerradas de su propia vida ministerial y pedir que el Espíritu examine su corazón.

El problema no es la pornografía en el internet ni las muchas oportunidades de pecar sexualmente en la cultura americana saturada con el sexo. Es el potencial de la maldad en nuestro propio corazón junto con la naturaleza secreta de la vida personal de un pastor. Las preguntas críticas que se debe hacer son:

* ¿Sigue moldeada mi vida por mis creencias, ideales, y tradiciones como antes?
* ¿Mi fe está moldeando efectivamente mi integridad como líder cristiano?
* ¿Hacen una diferencia mis creencias en mi vida privada?

Yo crecí como hijo de un pastor de Las Asambleas de Dios. Me gradué de Central Bible College en el año 1969. Yo he pasado mi vida adulta en el mundo cristiano, y mucho de este tiempo en el ministerio a los pastores.

Existe un silencio fuerte que se tiene que romper antes de poder entender y tratar con el problema verdadero del pecado sexual. Podemos empezar en la superficie con los ejemplos muy familiares, pero también tenemos que ir hasta las profundidades no vistas del corazón humano. En humildad, pida que el Espíritu de Dios examine su mente, busque detrás de las puertas cerradas, y examine lo más recóndito de su corazón.

La historia de la dedicación y engaño de Juan

Juan (no es su nombre verdadero) había sido misionero por 25 años. El llamado de servir a Dios vino temprano en sus años en el instituto bíblico. Cuando tenía alrededor de 25 años de edad, él y su esposa Judy estaban viviendo su pasión, su llamado, y su sueño de servir a Dios en Nicaragua. Plantaron iglesias y discipularon a los recién convertidos. La obra requería mucho, pero era muy gratificante.

Temprano en su quinto plazo en el campo misionero, Juan desarrolló una relación de discipulado con Gloria, una nicaragüense de 19 años. Ella era inteligente, madura por su edad, y tenían una pasión para aprender más acerca de Jesús. Cada vez más, Juan invertía más tiempo en la vida espiritual de este discípulo joven. Ella pasaba horas en la casa de esta pareja y llegó a ser muy buena amiga de Judy. Judy, sin embargo, estaba cada vez más preocupada que su esposo estaba pasando una cantidad de tiempo desproporcionada llamando, mandando correos electrónicos, y hablando con una muchacha tan joven y atractiva. Rápidamente su esposo desairaba sus sospechas, y finalmente acusaciones, con fuertes reproches de su inmadurez, su envidia insignificante, y su falta de compromiso al ministerio. Cuando Judy encontró mensajes de texto en el teléfono celular de Juan que indicaron la medida de su relación física con Gloria, ella tenía la evidencia de enfrentar su pecado sexual y buscar la ayuda de su supervisor.

Cuando lo enfrentaron, Juan confesó que había cometido el adulterio durante 5 años. Con su reputación destruida, su carrera como misionero terminada, su esposa destrozada, y el supervisor dejado para resolver el problema, la pareja regresó a los Estados Unidos para buscar asesoramiento y restauración espiritual. Increíblemente, en medio de todo este caos, Juan continuó su relación con la muchacha por medio del correo electrónico. Él racionalizó su conducta diciendo que necesitaba continuar su ministerio con esta muchacha.

El enemigo verdadero

¿Cómo es posible que un misionero veterano como Juan, llamado por Dios y ungido por el Espíritu, pudiera llegar a ser tan desconectado de la realidad de Dios y de su Palabra? ¿Por qué era un prisionero de sus propios malos deseos? Para Juan y otros, el síntoma del problema es una relación que encuentran difícil de terminar. Para muchos, es la fantasía sexual escondida y la lujuria que pueden resultar en un acto de fornicación o adulterio.

A pesar de la conducta, su frecuencia, o duración, ¿por qué es el pecado sexual un problema dominante en el ministerio? Es necesario responder a esta pregunta. Pero frecuentemente se hace durante una crisis involucrando el pecado sexual. Las personas simplemente responden con incredulidad. Sin una explicación adecuada, la gente frecuentemente lo pasa por alto o culpa al diablo por atacar a los líderes cristianos.

Tenemos que entender el enemigo verdadero. La ignorancia ya no es una opción. Las mentes y los ojos cerrados por la comodidad de nuestra alabanza y adoración pública son imperdonables. La exhortación de Pablo a la iglesia de Roma se puede aplicar hoy: "es ya hora de levantarnos del sueño." Este es el día y la hora cuando los pastores tienen que "[desechar], pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias" (Romanos 13:11-13).

La historia verdadera

Durante los 24 años que yo he ministrado a cientos de pastores y misioneros, he tenido la oportunidad de ayudar a muchos a escaparse del pecado sexual y restaurar su intimidad con Dios y con sus seres queridos. Aunque ahora los nombres y caras se vuelen borrosos, la historia verdadera no ha cambiado. El pecado sexual sigue destruyendo vidas, debilitando matrimonios, lastimando seriamente los matrimonios, y deshonrando el nombre del Señor.

Las historias que yo he escuchado son gráficas, inquietantes, y difíciles de imaginar. A veces cuando siento que he escuchado demasiado, me enojo con la destrucción que ha afectado a tantas personas y ministerios. Pero el horror verdadero es invisible, debajo de la superficie, y está en el corazón humano.

Los cuentos de lujuria, inmoralidad sexual, prostitución, homosexualidad, mala conducta sexual, adicción a la pornografía, y adulterio no se deben repetir. Pero ignorar los detalles causa aun más negación y corroe espiritualmente a la iglesia. Con demasiada frecuencia, las personas en autoridad tienen la culpa de deshacerse del problema y seguir adelante, pero fallen en enfrentar los asuntos difíciles que existen en el ministerio. Este no es el tiempo ni el lugar para acobardarse ante el horror externo de nuestro hermano caído, ni fallar en examinar el contenido de nuestro propio corazón.

Algunas historias no son comunes, y tenemos que estar de acuerdo con Pablo, "De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles" (1 Corintios 5:1).

Las historias no comunes

* Motivado por la lujuria y fantasía sexual, un pastor y su esposa participan juntos, como grupo de tres, en el sexo con la niñera de 20 años. El pastor racionaliza su conducta al citar las esposas múltiples de los personajes bíblicos.
* Por años un pastor de jóvenes corrompe su mente con fantasías sexuales. Finalmente tiene relaciones sexuales con tres muchachas y tiene que ir a la cárcel.
* Un pastor llega a tener relaciones sexuales con una mujer casada que él está asesorando. Ella se quedó embarazada, y él pagó el aborto para cubrir su pecado. Al mismo tiempo, su esposa dio a luz a su hijo.
* Una pastora del ministerio a las mujeres desarrolla una aventura amorosa emocional con una líder laica. Las dos mujeres finalmente se involucran sexualmente y niegan terminar su relación citando la importancia de sus necesidades espirituales y relacionales.
* Un pastor de jóvenes participa en la homosexualidad con varios muchachos jóvenes y se suicida antes de tener que ir a la cárcel.
* Un pastor asociado que tiene 19 años de casado ha cometido el adulterio durante 17 años con su secretaria, que también es la mejor amiga de su esposa. Por años ellos prometían a Dios y a sí mismos que terminarían su relación antes de que destruyera a todas las personas en su vida.
* La esposa de un pastor de jóvenes deja a su esposo y a sus dos hijos para trabajar en un club de striptease.

Las historias comunes

Los detalles frecuentemente se repiten, pero el dolor, la culpa, la vergüenza, y las lágrimas dejan cicatrices que no desaparecerán hasta cumplir Apocalipsis 21:4: "Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron."
Las historias comunes incluyen:

* Se descubre que un pastor tiene pornografía del internet en la computadora de su oficina.
* Un pastor que comete el adulterio, y nadie se da cuenta por meses, aun años.
* Un misionero que se involucra con varios tipos de pecado sexual - clubes de sexo, prostitución legal, y el sexo con jóvenes menores de edad - porque está fácilmente disponible en el campo misionero.
* La esposa del pastor que se siente sola y abandonada encuentra consuelo en los brazos de otro hombre.

El problema espiritual

En la iglesia, y también en el ministerio, hay adultos con la madurez espiritual de bebés. También hay casos del abuso sexual de niños, la mala conducta sexual, el voyeurismo, la exposición, y la prostitución. Otra vez, es imperativo que los pastores entiendan lo que constituye lo común y no común de los pecados sexuales que pueden existir en su iglesia.

La iglesia ya está en peligro de minimizar, racionalizar, o aun peor —cubrir la verdadera tragedia con estereotipos terapéuticos normales. Los pastores no pueden idolatrar la psicología y aceptar sin duda cada nuevo método de cambio y técnica. El pecado sexual es un problema espiritual, no un problema psicológico. Es un problema de la iglesia, y un problema que la iglesia necesita enfrentar, de la misma manera que hizo en el primer siglo.

El verdadero horror no se encuentra en el pecado específico que la persona cometió ni en la capacidad inevitable de destrucción que causa el pecado. Sea común o no tan común, el verdadero problema es la condición del corazón del pastor mucho antes de ser sorprendido en el pecado sexual o aun cometer los actos sexuales. La inmoralidad sexual nos debe preocupar debido a la condición del corazón y de la vida que se revela en el acto. Entonces en este momento, y solamente en este momento, el horror puede convertirse en luto (1 Corintios 5:2; 2 Corintios 12:21).

Los pastores tienen que hacer caso de las palabras de Pablo: "Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado" (Gálatas 6:1). No habrá pena ni mansedumbre hasta que los pastores se den cuenta del engaño del corazón humano, del engaño de su propio corazón, y hasta que saquen la viga de su propio ojo. Solamente así la iglesia puede empezar a enfrentar adecuadamente la plaga dominante del pecado sexual.

Las imaginaciones del corazón

Los pastores, maestros, y líderes de la iglesia no pueden pasar por alto el entendimiento bíblico del corazón y las imaginaciones perversas de su propio corazón. Los deseos malos y la conducta mala son la amenaza primordial. Surgen de las motivaciones profundas de un corazón que se opone al arrepentimiento y a la voluntad de Dios.

Estas motivaciones profundas crean una falsa realidad que niega la realidad de Dios. Es importante entender que las imaginaciones del corazón afectan lo que una persona piensa que sabe teológica y espiritualmente en su mente. La mentira de la impureza reemplaza la verdad de la justicia; lo que no es Dios se convierte en un dios. Lo impensable se vuelve lo posible, y aun se pone en práctica. ¿Qué otra explicación hay para un pastor que enseña vehementemente sobre la maldad de la inmoralidad sexual y el mandato bíblico de ser fiel en el matrimonio y después se involucra en el adulterio o pornografía (Hebreos 13:4)?

Una vida impulsada por el pecado sexual refleja pensamientos que por mucho tiempo han sido infectados por imágenes sensuales y el placer. Quizás estos pensamientos hayan llegado a ser tan comunes que el pastor apenas se da cuenta que existen. Por lo tanto, lo que él sabe o piensa que sabe teológica o bíblicamente es menos importante que las imaginaciones de su corazón que finalmente le causarán a llevar a cabo lo que piensa.

Puede que un pastor justifique las imaginaciones de su corazón por su dolor pasado y actual. Entonces, él encuentra alivio en la intimidad falsa en el internet o puede que lleve a cabo sus imaginaciones por medio de encuentros sexuales con mujeres necesitadas que buscan a alguien que les escuche. Al final, los pastores se engañan a creer que satisfarán sus necesidades relacionales y que conseguirán importancia por medio de estas actividades. Solamente un paradigma bíblico en su corazón le advertirá efectivamente de estos peligros mortales de su alma.

La pasión de Samuel era plantar una iglesia en el lado norte de una ciudad que se estaba desarrollándose rápidamente. Samuel y Laura se mudaron al área, encontraron trabajos seculares, y empezaron a evangelizar. Las horas largas y el sacrificio personal, junto con la oración y el ayuno, produjeron resultados continua pero lentamente. Finalmente la congregación pequeña podía pagar a Samuel un salario pequeño. Pero frecuentemente recibió pagos incompletos, y la pareja seguía sin ropa nueva, sin muebles adecuados, y sin un segundo coche que tanto necesitaban.

En medio de todo, Samuel y Laura disfrutaban de servir juntos y encontraban satisfacción en el fruto de su ministerio. Diez años después la iglesia había crecido de unas cuantas personas hasta 1.500. La vida y el ministerio eran diferentes ahora. Samuel y Laura tenían una casa nueva, dos coches usados, una cuenta de ahorros, y un templo moderno con un equipo pastoral dedicado.

Una noche después de una reunión de ancianos, uno de los líderes de los ancianos apartó a Samuel y le reprendió por ser tan materialista. Mientras manejaba a su casa, su enojo creció y dijo a sí mismo, "Yo he sacrificado durante tantos años, y esa es la gratitud que recibo. Desde ahora en adelante, yo voy a obtener algo para mí mismo.

La teología de Samuel era la misma, y él todavía quería predicar la Palabra. Sus pensamientos conscientes, sin embargo, ahora daban forma a las imaginaciones en la profundidad de su corazón, imaginaciones que tenían tanto tiempo allí que él ni se daba cuenta de ellas. Aunque aparentemente estaba dedicado a su pacto de matrimonio con Laura, su compromiso de obtener algo para sí mismo junto con años de lujuria sin arrepentimiento llegaron a ser un peligro grande. La secretaria de Samuel quería su atención y pronto se la daba toda. Su adulterio empezó, pero el pecado de Samuel no terminó hasta que él había seducido a tres otras mujeres que estaba asesorando a tener relaciones íntimas con él.

Interés personal peligroso

El interés personal es un peligro serio. El pecado predispone a las personas, aun los pastores, a pensar que están encima de la ley y que pueden hacer lo que quieren sin importar las consecuencias. En lugar de someterse a Dios como la autoridad primordial en su vida privada, los pastores frecuentemente viven su vida con un enfoque en sí mismos. Empiezan a adorar la creación de Dios (ellos mismos o su ministerio) en lugar del Creador.

Esta actitud de su corazón parece liberarlos a controlar su vida y obtener sus deseos. Los pastores, entonces, ya no son esclavos de la justicia sino esclavos del pecado y esclavos de sí mismos. Sencillamente, los pastores llegan a tener un compromiso en lo que ellos creen ser lo mejor para ellos. Esto disminuye su compromiso con Dios y aumenta su compromiso con ellos mismos.

En el momento en que su lealtad a Dios cambia, los pastores están en peligro de ser más leales a sí mismos. Antes de darse cuenta, la tentación sexual está tocando su puerta. Reglas en la iglesia que limitan o prohíben tiempo a solas con alguien del sexo opuesto no protegerán a los pastores, ni tampoco paredes de vidrio en la oficina de la iglesia, protección para el internet en las computadoras, tiempos específicos para rendir cuentas, ni una compaña pública para la pureza. Santiago escribió, "sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido" (Santiago 1:14).

La seducción del pecado sexual siempre involucra el egoísmo y el engaño de uno mismo debido a los propios deseos. La raíz del pecado se desarrolla principalmente del interés personal de uno, no simplemente de experiencias vergonzosas de la niñez.

Timoteo creció en el campo misionero. Como hijo típico de misioneros, él nunca sintió que los demás lo aceptaban. No era japonés, pero hablaba y pensaba como japonés. Tenía un pasaporte de los Estados Unidos, pero cuando estaba allí, no era aceptado entre los otros niños. Timoteo empezó a consolarse con la masturbación en el internado donde estudiaba. Después de un tiempo descubrió la pornografía. Años después, cuando estudiaba a entrar el ministerio, todavía se sentía solo. Con el deseo de ser aceptado, cedió a la oferta del sexo oral cuando visitó a un salón de masaje. Justificó sus acciones al creer que todavía sería un virgen al casarse con Janet porque no había tenido relaciones sexuales.

El egoísmo

Entre más alto sea el pedestal, más grande la caída. El ministerio, o aun el llamado de Dios, pueden llegar a ser pecaminosos cuando la motivación se convierte en la satisfacción personal. Cuando un pastor está tan preocupado con su ministerio que él mismo llega a ser la persona más importante en su vida personal, el ministerio ha llegado a ser un pecado para él. Los miembros de la congregación, sus familiares, su esposa, y aun Dios mismo empiezan a tener menos importancia para él que su propia opinión de sí mismo y su ministerio. Buscar la aprobación de Dios se intercambia con el buscar la aprobación del hombre cuando el deseo legítimo de ser aceptado llega a una falta de voluntad de arriesgar cualquier desaprobación.

Muchas parejeas pastorales que necesitan asesoramiento para tratar con el pecado sexual encajan dentro del perfil siguiente. El pastor es extravertido, entusiasta, y agradable según todos los que escuchan sus predicaciones carismáticas. Pero él empieza a creer que está casado con una esposa de pastor aburrida. Ella no tiene mucha vida, ni sentimientos, ni cariño. Ella ha dado todo y ha cumplido su tarea de hacer que su esposo sea un gran hombre. Él está en un pedestal y es orgulloso, mientras vive una vida doble de pecado sexual. Su lengua de plata es una falsificación del ungimiento de Dios. Su posición en la iglesia le provee una apariencia de autoridad, posición, y poder. Este hombre es dueño de la iglesia local. El solamente toma, no da ni es mayordomo de los dones de Dios.

El ministerio puede ser inseguro y frustrante, y algunos hombres obtienen seguridad al controlar y manipular a las personas en su congregación y comunidad. Controlar a otros por medio de hechos simbólicos del ministerio reduce los temores e inquietudes. Al final, ellos solamente están comprometidos a lo que ellos quieren, y reciben lo que quieren —incluyendo el placer sexual. El placer sexual solamente es la decoración, pero su función provee un sentido poderoso de importancia.

El engaño

Si el pecado sexual es una intimidad falsa —vacía y vana— y una falsificación de la intimidad verdadera, ¿cómo es posible que caigan los líderes llenos del Espíritu? El pecado sexual es un gran engaño. El pastor no solamente tiene que mentir para mantener la doble vida y romper su pacto de matrimonio, pero también está engañado y "extraviado de la sincera fidelidad a Cristo" (2 Corintios 11:3).

Cuando un pastor comete un pecado sexual y pierde su virginidad espiritual, está engañado acerca de la culpa moral verdadera y la necesidad del perdón y arrepentimiento. Perder la virginidad antes del matrimonio es algo muy serio, pero perder la virginidad espiritual antes del regreso de Cristo es mucho más espantoso.

Los efectos del pecado sexual después de nuestra conversión (compromiso) son más difíciles de entender: "pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo" (2 Corintios 11:2). Las palabras de Pablo están llenas de significado y emoción cuando él se presenta como padre espiritual. Quizás él recordaba la Ley que decía que un esposo que encontraba que su esposa nueva no era virgen podría regresarla a su padre y apedrearla (Deuteronomio 22:20,21).

Como Pablo, los pastores son responsables por la pureza espiritual de otros (Filipenses 2:4; Hebreos 3:12,13). Las fuertes emociones de Pablo vienen en la forma de celos piadosos y el temor. Como un líder espiritual, Pablo era responsable por el rebaño y se comprometió a ayudarlo a no desviarse con el pecado. De la misma manera, los pastores tienen que preservar su propia fidelidad espiritual para que puedan proteger al Cuerpo de ser engañado y alejado de una devoción sincera y pura a Cristo.

El engaño puede venir desde afuera. Pero sin importar el origen, el engaño afecta la mente y influencia lo que las personas piensan de Dios y ellas mismas y fácilmente las lleva por el mal camino. Entender cómo nos engañan es una cosa, pero protegernos es otra. Frecuentemente no sabemos cuando nos engañan. Esa es la naturaleza del engaño. El engaño ataca la vida centrada en Dios por medio de los pensamientos egoístas y viene del corazón y mente de uno.

El pecado sexual es engañoso y afecta la mente para que la tentación frecuentemente no esté reconocido por lo que realmente es hasta después de cometer el pecado. Los cristianos son capaces de ser "extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos" (Tito 3:3).

Primero, el engaño esconde lo que debemos entender y considerar claramente —nuestra fidelidad a Dios y a nuestro cónyuge. Segundo, el engaño oculta las consecuencias del pecado sexual para que nuestras mentes no entiendan sus peligros. El engaño nos impide de ver la necedad del pecado sexual en el momento de la tentación. Cuando examinamos el impacto que el pecado sexual tiene en la verdad, en la vida de la iglesia, y en la pureza de nuestra fe, empezamos a entender como es que el engaño es uno de los desafíos más grandes de la iglesia hoy.

La naturaleza y el poder del engaño para atacar a la fe de una persona combinado con la sutileza de su corazón egoísta es un arma mortífera contra su alma. Jesús advirtió, "Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará" (Mateo 24:10-12). La iglesia en los Estados Unidos, como la iglesia en Inglaterra, probablemente no desaparecerá. Sin embargo, la moralidad cristiana será cada vez más falsa e impura, dejando la iglesia deformada y los cristianos en peligro de perder sus almas.

El descuidado pastoral

El problema no es solamente la mala condición espiritual del liderazgo, sino también la disfunción en cumplir el papel pastoral. El pastor, por descuidado, está destruyendo su propio rebaño. Un laico puede pecar sexualmente y destruir su familia, pero un pastor que comete un pecado sexual daña no solamente a su familia, pero también a la familia de Dios.

Rebecca me llamó porque su matrimonio estaba en un desorden total. Estaba furiosa. "Usted asesoró al pastor que cometió adulterio con nuestra asesora mientras que ella estaba tratando de ayudarnos a resolver la infidelidad de mi esposo. Necesitamos ayuda, pero ¿en quién podemos confiar?" Ella no sabía que mientras que su pastor anterior estaba escribiendo sermones para alimentar al rebaño también estaba escribiendo pornografía y dirigiendo a otros al pecado.

Ezequiel habló del descuidado pastoral: "Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y di a los pastores: Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No apacientan los pastores a los rebaños? No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, no volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia. Y andan errantes por falta de pastor, y son presa de todas las fieras del campo, y se han dispersado" (Ezequiel 34:2,4,5).

Las acusaciones de Dios enfatizan el daño que resulta del severo descuidado pastoral. Sin importar la mutualidad de la relación y/o el consentimiento, cualquier mujer que busca ayuda pastoral tiene una necesidad, y cualquier pastor que se involucra sexualmente con ella ha tomado ventaja de su debilidad y él ha satisfecho a sí mismo. La crítica severa de Judas 12 acerca de los pastores que "se apacientan a sí mismos" refuerza la advertencia de Ezequiel que requiere que los pastores vivan según normas más altas y lleven a cabo un ministerio poco egoísta.

Solamente tiene que rendir cuentas cuando quiere

En el pasado un pastor era la última persona que se esperaba que cayera en pecado sexual. Esto no es cierto hoy. La vida pastoral es desconectada y aislada, y los pastores son buenos para disimular esto. Además, muchos pastores no tienen que rendir cuentas a nadie y entonces son candidatos perfectos para la tentación.

Muchos se preguntan, "¿A dónde va el cuidador cuando necesita ayuda?" También necesitamos preguntar, "¿A quién tiene que rendir cuentas el pastor?" Alguien necesita cuestionar, amonestar, y animar al pastor.

Aquí está el problema: un pastor solamente tiene que rendir cuentas cuando quiere. Es por eso que cada serie de preguntas sobre la vida personal termina con, "¿Acaba de decirme alguna mentira?" y "¿Me mintió cuando le pregunté acerca de decirme alguna mentira?" Una persona puede mentir y pasar un detector de mentiras. Entonces, ¿hay una solución? Sí. Pero los pastores tienen que empezar a reflexionar profundamente y permitir que otra persona vea detrás de las puertas cerradas.

En una relación mutua de rendir cuentas, los dos hacen las preguntas, y las preguntas requieren repuestas honestas, no solamente una aprobación. Por ejemplo, pregunte a su esposa, "¿Crees que estoy dando a Dios el primero lugar en mi vida?"

Pregunte a un diácono de confianza, "¿Puede ver usted alguna debilidad en mi relación con mi esposa?"

No busque una respuesta positiva, sino busque información que indica donde puede hacer cambios. Los ancianos necesitan estar firmes en asegurar que su pastor tenga menos trabajo y más tiempo familiar y que este tiempo forma parte de su horario. Si él pone este tiempo como parte de su horario y su vida familiar todavía no cambia, pregunte "¿por qué?"

El peligro es una amenaza real

Aunque los cristianos pueden pensar que la gente generalmente tiene una opinión negativa en cuanto al pecado sexual, esto ya no es el caso. La Iglesia ha entrado en una era en donde los cristianos están diciendo, "La pornografía es solamente para la gratificación propia, una mujer que puede satisfacer mis necesidades emocionales y físicas descuidadas. Una esposa es para manejar el hogar y proveer la apariencia de una familia cristiana."

Puede que los principios bíblicos de la sexualidad humana no sean fácilmente aceptados por los nuevos conversos ni guardados por las parejas cristianas que han crecido en la iglesia. El problema no es simplemente una actitud débil hacia el pecado sexual ni la minimización del pecado sexual, sino una falta de reconocer el enemigo verdadero.

Las consecuencias del pecado sexual entre los pastores son peores que las consecuencias de la guerra, la enfermedad, el fallo económico, o el terrorismo. Lo que sucede con las personas en esta vida es mucho menos espantoso de lo que les puede suceder en la vida venidera. Jesús dijo, "No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer. Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed" (Lucas 12:4,5).

Los pastores tienen que estar entrenados a luchar en esta guerra y conocer el enemigo interno. No podemos conocer el corazón de otra persona, pero el engaño impide que las personas enfrentan la verdad de quiénes son internamente. Una evaluación de la oscuridad e ignorancia del corazón de uno no se debe evitar. Una evaluación del pecado interior humilla y toma coraje y sabiduría, pero si los pastores tienen un interés en agradar al Señor, conocer su voluntad (Efesios 5:10,17), y evitar la conducta pecaminosa que entristece al Espíritu Santo (Efesios 4:30), tienen que aceptar este desafío.

Arrogancia

¿Fallarán los pastores en seguir los principios bíblicos y vivir según una espiritualidad que sigue evitando el problema del pecado sexual? Los pastores tienen que enfrentar cualquier cosa en su corazón y en los corazones de otros que da un consuelo falso y que los desconecta de las advertencias bíblicas (Hebreos 13:4).

Cuando Pablo enfrentó el pecado sexual en Corinto, el problema era más que la existencia del pecado sexual y como el conocimiento del problema se difundía. El mayor problema era que la iglesia no tomó ninguna acción para corregir la inmoralidad. El problema de la iglesia era arrogancia (1 Corintios 5:2). La arrogancia ciega al corazón y mente e impide que uno vea su propia condición espiritual o la condición espiritual de su hermano o hermana. El estilo de espiritualidad de Corinto produce una insensibilidad hacia el pecado. Esta insensibilidad hacia el pecado disminuye las consecuencias del pecado sexual en la mente de los que tienen una vida en el Espíritu.

Como los Corintos, los pastores no pueden permitir que su espiritualidad llegue a ser autosuficiente en lugar de dependiente de la obra completa de Cristo. Un pastor dijo en una sesión de consejería: "Todos mis intentos de controlar mi pecado sexual fracasaron. La oración, el ayuno, y echar fuera demonios no funcionaron. No podía liberarme. Yo tenía que examinarme a mí mismo y reconocer mi falta de intimidad con Dios. Yo estaba sustituyendo mi sed por Dios con otras cosas. Simplemente yo no conocía a Dios. Yo había sido engañado por un deseo superficial de satisfacer a mí mismo. Encontré la victoria cuando busque ser consumido con el gozo que tenemos delante de nosotros."

Busque la realidad

La lucha interna con el enemigo será difícil, pero guardar los mandamientos bíblicos de pureza no será una carga si los siervos de Dios prefieren su santidad ante otras cosas (1 Juan 5:3). Al hacer esto, la meta del pastor no es simplemente evitar el pecado sexual, sino participar en la naturaleza divina. Podemos hacer esto porque "Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia" (2 Pedro 1:3,4).

La satisfacción temporal totalmente desaparecerá cuando los pastores responden al llamado radical de buscar la satisfacción completa en Dios. Es un llamado de gozo, libertad, y fidelidad de sacrificio a Dios y otros. Siempre es verdad. Cuando una persona busca encontrar vida por medio de sus propias ilusiones de la satisfacción, pierde su vida. Cuando una persona busca perder su vida en la realidad de la gloria de Dios, encontrará vida


Fuente: Assemblies of God / USA
Autor: Harry W. Schaumburg, D.Min., LMFT, Larkspur, Colorado, es un terapeuta licenciado en el matrimonio y familia y es director ejecutivo de Stone Gate Resources, un ministerio comprometido a dirigir a las personas a dejar el pecado sexual y buscar la intimidad con Dios y otros. Él es autor de False Intimacy: Understanding the Struggle of Sexual Addiction.

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