sábado, 2 de octubre de 2010

"Forjando una identidad". Por Stanley D. Hickerson

Lectura bíblica

"Y dijo Moisés a Jehová: Mira, tú me dices a mí: Saca este pueblo; y tú no me has declarado a quién enviarás conmigo. Sin embargo, tú dices: Yo te he conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis ojos. Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo. Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí. ¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra? Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre". Éxodo 33:12-17


Introducción

Cuando al Presidente de la Asociación General, William Ambrose Spicer, se le preguntó: “¿Qué sería usted si no fuera un adventista del séptimo día?”, la persona que hacía la pregunta esperaba, sin duda, que él identificara a alguna denominación que tuviera muchas doctrinas en común con las nuestras – posiblemente los Bautistas del Séptimo Día, en cuya iglesia Spicer había crecido. Pero sin vacilar, el Pastor Spicer respondió: “Estaría avergonzado de mí mismo”.

¿Avergonzado? ¿Por qué? ¿Qué ES un adventista del séptimo día? ¿Por qué elegimos ESE nombre? ¿Por qué, en todo caso, necesitamos un nombre? Para mí, una historia del libro de Éxodo ilumina estos aspectos relacionados con nuestra identidad.

En la secuela de la horrible apostasía ocurrida al pie del Monte Sinaí, con la adoración al becerro de oro, Dios le dijo a Moisés que prosiguiera con el pueblo hacia la Tierra Prometida. Pero Moisés no estaba dispuesto a hacerlo solo. Solamente iría si Dios iba con ellos.

En Éxodo 33 encontramos una conversación en tres partes entre Moisés y Dios, y en ella descubrimos la estrecha relación entre los dos, el urgente deseo de este líder de conocer verdaderamente a Dios, y también el secreto de nuestra identidad.


Interacción Número Uno (Éxodo 33:12-14)

Moisés comienza declarando su dilema: “Tú me has dicho que conduzca este pueblo a la Tierra Prometida”, le recuerda a Dios, “pero tú mismo no me has dicho a quién enviarás conmigo”. Moisés todavía está conmocionado por el mensaje de Dios registrado en los versículo 1-3: “Anda, sube de aquí, tú y el pueblo que sacaste de la tierra de Egipto, a la tierra de la cual juré a Abrahán, Isaac y Jacob, diciendo: ‘A tu descendencia la daré’; y yo enviaré delate de ti un ángel, y echaré fuera al cananeo y al amorreo, al heteo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo. Sube a la tierra que fluye leche y miel; pero yo NO subiré en medio de ti, porque eres pueblo de dura cerviz, no sea que te consuma en el camino.”

Dios afirma claramente que él NO subirá con ellos, porque son “un pueblo obstinado“, y porque él podría destruirlos en el camino.

El pueblo de Israel respondió humildemente a la declaración de Dios y se vistieron de luto y se quitaron sus ornamentos, de acuerdo al pedido de Dios. Moisés nuevamente se acerca al Señor con un pedido. En el versículo 12 Moisés le recuerda a Dios de su afirmación personal: “Tú has dicho: Yo te he conocido por tu nombre, y has hallado gracia en mis ojos”.

“Ahora, pues”, suplica Moisés: “si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos”(33:13). Aquí Moisés sugiere un curioso círculo para conocer a Dios.

1. “Si he hallado gracia…
2. muéstrame ahora TU CAMINO,
3. para que te conozca a TI,
4. y así halle gracia…”

Aprendemos a conocer a Dios al aprender a conocer SUS CAMINOS, y este proceso nos lleva a una relación descrita como “hallar gracia”.

Moisés entonces le recuerda a Dios de algo más: “y mira que esta gente es pueblo TUYO”. Esto puede ser una referencia a la orden de Dios registrada en el versículo 1: ”Anda, sube de aquí tú y el pueblo que TÚ sacaste de la tierra de Egipto”. Estas palabras deben de haber estado estrujando el corazón de Moisés debido al mensaje de Dios registrado en el capítulo anterior (32:7,8): “Anda, desciende, porque TU pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido. Pronto se han apartado del camino que yo les mandé, se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y le han ofrecido sacrificios, y han dicho: Israel, estos son tus dioses que te sacaron de la tierra de Egipto”.

Dios responde entonces bondadosamente: “Mi rostro, mi presencia, irá contigo, y te daré descanso” (33:14).


Interacción Número Dos (Éxodo 33:15-17)

Sin embargo Moisés insiste: “Si tu presencia NO ha de ir conmigo, NO nos saques de aquí”. En otras palabras: “Yo no conduciré a TU pueblo ni un kilómetro, si TÚ no eres nuestro líder”. Y luego explica por qué: “Porque en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y TU pueblo, sino en que TÚ andes con nosotros, y que yo y TU pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra?” La presencia misma de Dios es lo que nos distingue de todo otro pueblo. Es SU PRESENCIA lo que nos da nuestra identidad.

El Señor le asegura a Moisés: “También hare esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre.”


Interacción Número Tres (Éxodos 33:18-23)

Alentado por las promesas de Dios, Moisés urge un pedido más: “Te ruego que me muestres tu GLORIA”. “Tú has prometido que Tu Rostro, Tu Presencia, irá con nosotros –Muéstrame”.

Dios respondió: “Yo hare pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti”. ¿Y qué es este “bien”? “Y tendré misericordia”, aseguró el Señor a Moisés, “del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente”. Pero ¿qué acerca del Rostro de Dios? “No podrás ver mi Rostro”, le dijo el Señor a Moisés, “porque no me verá hombre, y vivirá”. Pero: “yo te pondré en una hendidura en la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas, mas no se verá mi rostro.”


Sinopsis

1. Conocer los CAMINOS de alguien es conocerlo a ÉL. En el vs. 13 Moisés dice: “te ruego ahora que me muestres tu camino para que te conozca”.

2. El NOMBRE de una persona describe sus CAMINOS. En el vs. 19 Dios asevera que SU NOMBRE es su carácter –sus CAMINOS. Así, el nombre de uno viene a ser su IDENTIDAD.

3. La Presencia de Dios con nosotros define nuestros CAMINOS, y por lo tanto viene a ser nuestra IDENTIDAD y nos distingue de otros (vs.16).


Paralelo con el Movimiento del Advenimiento

En los meses que precedieron al “Gran Chasco”, aquellos que esperaban el pronto retorno de Cristo vinieron a ser conocidos como “Adventistas”. Pero la confusión (conocida por los creyentes de entonces como “el tiempo de la dispersión”) vino luego de pasar la fecha esperada para el Advenimiento, y el nombre “Adventista” se tornó muy impreciso. ¿Eran “Adventistas” aquellos que estaban fijando nuevas fechas para la venida de Cristo? ¿Eran “Adventistas” aquellos que se estaban mudando a Jerusalén para establecer los servicios del templo allí? ¿Eran “Adventistas” aquellos que con Guillermo Miller determinaron esperar que el Señor viniera en cualquier día? ¿O eran “Adventistas” aquellos que vieron a Jesús en el Lugar Santísimo del santuario celestial, y que guardaban el Sábado del séptimo día?

La respuesta es “Sí” –para todos ellos. El problema venía al tratar de identificar a cualquiera de esos grupos individualmente y específicamente. Sin embargo, el tiempo tiene una manera de resolver las cosas, y la iglesia remanente de Dios comenzó a forjar su propia identidad. (Los creyentes de entonces se referían a esto como “el tiempo de reunión”) En una carta dirigida a la oficina de la Review en Rochester, New York, con fecha 20 de marzo de 1853, y enviada desde Tomkins, Michigan – un pequeño pueblo justo al noroeste de Jackson— Steven T. Cranson se refería a los Adventistas guardadores del Sábado como “Adventistas del Séptimo Día”. De esta manera él los distinguía de los otros grupos.

Siete años y medio después, a fines de setiembre y comienzos de octubre de 1860, una conferencia general (cuando la iglesia todavía no estaba organizada) se llevó a cabo en Battle Creek, Michigan. Entre los asuntos importantes que se discutieron estaba la incorporación legal de la obra publicadora. Para esta incorporación era necesario un nombre, y la pregunta obvia era: ¿cuál sería el nombre?

Un Jaime White algo frustrado comentó: “Me parece que el niño está ya tan crecido que resulta demasiado embarazoso que no tenga nombre”. Así, el comité votó que deberían adoptar un nombre. Pero ¿qué nombre? Algunos recomendaron “Iglesia de Dios”, en tanto que otros objetaron debido a que no era específico, o porque sonaba demasiado arrogante.

David Hewitt, “el hombre más honesto en el pueblo”, y que fue el primer converso conseguido por Bates en Battle Creek, hizo la siguiente propuesta: “Resuelto, que tomemos el nombre de Adventistas del Séptimo Día”. ¡El mismo nombre empleado por Cranson en 1853! “Tomar el nombre”, sin embargo, sonaba a algunos como demasiado cercano a aquellos en la torre de Babel que desearon “hacer un nombre”. La propuesta fue retirada y reemplazada por la resolución de “que nos llamemos Adventistas del Séptimo Día”.

Durante unas pocas semanas luego de esto la idea fue puesta en circulación en las páginas de la Advent Review and Sabbath Herald, y recomendada a cada grupo de creyentes. Así la Asociación Publicadora Adventista del Séptimo Día fue incorporada legalmente y aún hoy en día opera en Hagerstown, Maryland bajo el nombre de “Asociación Publicadora Review and Herald”.

El 23 de diciembre, poco menos de tres meses después de esta conferencia, y solamente nueve días después de que el pequeño John Herbert White muriera, Elena recibió una visión bosquejando algunas de las necesidades urgentes del pueblo de Dios. Fue consignada por escrito y publicada como Testimonio, Número 6, que ahora se encuentra en Testimonios para la Iglesia, volumen 1, pp. 204,205.

“Recibí una revelación acerca de la adopción de un nombre por el pueblo remanente de Dios. Se me presentaron dos clases de personas. Una abarcaba las grandes organizaciones cuyos miembros profesaban ser cristianos. Estos pisoteaban la ley de Dios y se postraban ante una institución papal. Observaban el primer día de la semana como si fuera el Sábado del Señor.

“La otra clase, en la cual había pocas personas, se postraba ante el gran Dador de la Ley. Ellos observaban el cuarto mandamiento. Los rasgos prominentes y peculiares de su fe eran la observancia del séptimo día y esperar la aparición de nuestro Señor [viniendo] del Cielo…..

“No podríamos tomar un nombre más apropiado que el que concuerda con nuestra profesión, expresa nuestra fe, y nos señala como un pueblo peculiar….

“El nombre adventista del séptimo día presenta las verdaderas características de nuestra fe, y convencerá a la mente inquisitiva. Como una flecha de la aljaba del Señor, herirá a los transgresores de la ley de Dios, e inducirá al arrepentimiento para con Dios y a la fe en nuestro Señor Jesucristo.

“Me fue mostrado que casi todo fanático que ha surgido y que desea ocultar sus sentimientos a fin de arrastrar a otros, asevera pertenecer a la iglesia de Dios. Un nombre tal despertaría enseguida sospecha, porque se emplea para ocultar los más absurdos errores. Este nombre es demasiado indefinido para el pueblo remanente de Dios. La influencia de un nombre tal llevaría a suponer que tenemos una fe que deseamos encubrir.”


Conclusión

¿Por qué el nombre “Adventista del Séptimo Día”? Porque describe lo que creemos. Les dice a otros cuáles son nuestros CAMINOS, de modo que puedan comenzar a saber quiénes somos NOSOTROS. Nos DISTINGUE de todas las otras denominaciones.

Lo que distingue al pueblo de Dios del resto del mundo es SU PRESENCIA. Así, pues, es apropiado que los “Adventistas del Séptimo Día”, al elegir ese nombre, estén abiertamente compartiendo la PRESENCIA espiritual de Dios experimentada en el reposo de SU SÁBADO, y la PRESENCIA venidera y visible de Dios que experimentaremos en el SEGUNDO ADVENIMIENTO.

“Adventista del Séptimo Día” – en tanto que dice mucho en cuanto a nosotros, en realidad tiene el objetivo de decir mucho en cuanto a Dios. La historia de un Dios que está con nosotros – presente con nosotros a través de todas las horas sagradas del Sábado, ¡las cuales ciertamente se convierten en sagradas solamente por la presencia de Dios! Y la historia de un Salvador que pronto retornará, en persona, para estar eternamente unido con su pueblo.

Así, es a través de los “CAMINOS” que Dios interactúa con los seres humanos, para que otros puedan reconocer el carácter de esa relación.

Hoy, yo también estaría avergonzado de mí mismo si no fuera un adventista del séptimo día. Avergonzado porque estaría lisiado en mis esfuerzos por compartir los caminos de mi Dios, quien ESTÁ presente conmigo cada Sábado, y cuya segunda venida anhelo.

Ana Rebeca Smith, autora, poeta, artista, editora y compositora, compartió la historia de cómo se forjó nuestra identidad en la portada de la Advent Review and Sabbath Herald del 9 de diciembre de 1851. En ella, identifica claramente las dos doctrinas distintivas: el Sábado (“Guardando Todos los Diez Mandamientos”) y la Segunda Venida (“Pronto Él Viene, Descendiendo con las Nubes”).


Opcional / Himno de clausura

Seventh-day Adventist Church Hymnal #447“Long Upon the Mountains Weary” Apropiadamente, este himno fue elegido para iniciar la reunión en Battle Creek, Michigan, el 20 de mayo de 1863, en la cual fue organizada la Asociación General. ¡Y ahora ustedes conocen el resto de la historia!



Fuente: www.150sda.org / Este sermón es editado del presentado en la Stevensville, Michigan, EE.UU. el 17 de abril 2010
El 1 y 2 de octubre de 2010, las Iglesias Adventistas conmemoran el 150 Aniversario de la elección del nombre de la denominación, "ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA"
Autor: Stanley D. Hickerson.

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¿Que hay en un nombre? Por Dan Martella

INTRODUCCION

El pequeño Willy creció en una casa de campo Inglés rodeado de un espectacular jardín escondido. Cada mañana cuando se despertaba el aroma suave de rosas y peonías y lavanda flotaba su camino a través de su ventana abierta. Todos los días iba a pasear por el jardín admirando brotes frescos llenos de color, gordos abejorros revoloteando de flor en flor, y las brillantes láminas de agua en cascada de la fuente. Había sacar su paleta y pensamientos y altramuces y fibroso begonias. Con sus dedos ágiles colgaría un nido de pájaro en el árbol de olmo. Por qué, por buena suerte que pasaría el resto de su vida en este entorno maravilloso jardín.

Cuando era adolescente Willy comenzó a experimentar con diseños florales. La mesa de la cocina siempre lucía su nueva pieza. Cuando el invito a una señorita a salir, el había hecho pin, uno de sus ramilletes de flores delicadas a ella. Finalmente llegó el día en que subió a un barco y viajó a través del canal para estudiar bajo uno de los grandes maestros holandeses. Allí el aprendió sobre el color y el diseño y la textura. Y cuando regresó a Inglaterra con entusiasmo instalo su tienda. Era el momento de mayor orgullo de su vida cuando clavó el letrero sobre la puerta de su tienda de flores. En letras brillantes, audaces decía: TIENDA DE FLORES MARCHITADAS. El negocio fracaso en menos de 2 semanas.

¿Qué hay en un nombre? Todo - especialmente cuando usted está en negocio. Pregúntale a la gente de General Motors – Ellos introdujeron la Chevy Nova en el mercado de Sudamérica y se preguntó por qué nadie lo compraría, sólo para descubrir que en la lengua local "Nova" significa "No va a ir." Pregúntale a la gente de Coca Cola que trataron de comercializar sus bebidas en China. Lo llamaron Ke-kou-ke-la. Ellos habían pegado sus carteles publicitarios en todo el país, hasta que descubrieron que Ke-kouke- la significa "muerde para ponerse renacuajo". Así que rápidamente cambió el nombre a Ko-Kouko-le -que significa "felicidad en la boca."

La importancia de escoger un nombre cuidadosamente es válido en el mundo del negocio, es también cierto para la iglesia.


ESCOGIENDO EL NOMBRE

Los Adventistas del Séptimo Día son el resultado de la historia del Movimiento Adventista del 1830 y 40 años impulsado por la predicación ferviente Guillermo Miller y otros que proclamaban que Jesús vendría el 22 de octubre de 1844. He visitado la granja de Guillermo Miller he visto la mesa, donde estudió su Biblia. He estado parado sobre la roca en la granja donde los creyentes en al advenimiento esperaban a Jesús que vendría aquella fecha. En el otoño es una escena hermosa, pero cuando ellos se dieron cuenta en la mañana del 23 de octubre que algo terriblemente mal había ocurrido, no fue una escena hermosa. El chasco amargo y su profunda búsqueda y cuidadoso estudio de la Biblia en aquel tiempo llevó un pequeño grupo de hombres y mujeres a la comprensión de que Dios los estaba guiando hacia adelante.

William Miller fue un Bautista dedicado y aquellos quienes aceptaron el mensaje de adventista vinieron de una variedad de trasfondos denominacionales. El denominacionalismo no se algo que tenia importancia para ellos. El pequeño remanente que se aferró a su fe al encarar la decepción amarga que albergaba una desconfianza básica en las denominaciones. Organizada, la religión institucional para ellos representaba a Babilonia -todo lo que se opone a la verdad de Dios, y ellos no querían tener nada que hacer con ella.

Bajo el liderazgo de Jaime y Elena White, José Bates y los otros del movimiento adventista comenzó a tomar impulso significativo - especialmente en los 1850s. En los primeros días pastores portaba credenciales de cualquier iglesia, para predicar. Pero como el cuerpo de creyentes creció, fanáticos, auto-nombrado ministros llegaron a acosar a la manada. Algo había que hacer para identificar a aquellos que fueron autorizados a predicar y el pastor y los que no estaban autorizados a hacerlo. La estructuras de liderazgo laico comenzó a surgir en las congregaciones locales, diáconos y tesoreros de la iglesia fueron nombrados. Grupos de creyentes comenzó a adquirir tierras para construir iglesias y casas editoriales. El problema era que la ley no se lo permitió a la propiedad corporativa propia, sin un nombre. Así que la gente de Parkville, Michigan, dijo, "Nosotros nos vamos a llamar a la" Iglesia de Parkvill de la Segunda venida de Cristo" así podemos llegar a algo mejor. James White tenía su propia manera de moverse por la letra de la ley con su publicación trabajo - que compró la propiedad a sí mismo y le dio el control del ministerio en el movimiento.

Los debates fueron de ida y vuelta - Los principales líderes en el movimiento comenzó a agitar para la organización de la iglesia. Y otros líderes respetados, diciendo, "no hacer nada." Roswell Cottrell adoptó la posición de que para hacer un nombre para nosotros sería hacer un tipo de Babilonia y desdibujar los límites entre Iglesia y Estado. Y James White tomó la posición de que organización de la iglesia era fundamental porque el estado actual de las cosas creadas su propio tipo reflejaba confusión babilónica. J. N. Loughborough - un hombre que fue pionero a la causa adventista en California - tomaron la posición de que si estaba bien para los creyentes como individuos tener su propiedad, entonces estaba bien para los creyentes como un grupo tener su propiedad.

Por último, todos se reunieron en una sesión de la Conferencia General celebrada en Battle Creek, Michigan, a fines de septiembre de 1860. Todo hicieron todo deferentes tipos de sugerencias. Algunos dijeron: "Vamos a llamar a la Iglesia de Dios." Y otros decían: "No, ya hay una iglesia con ese nombre, y lo que es más, y suena arrogante." Alguien sugirió que la iglesia se conoce como" La iglesia que adorar en el séptimo día en diferentes lugares. "Finalmente alguien sugirió el nombre "Adventista del Séptimo Día Iglesia", ya que expresó el Cristo-Céntrico mensaje esencial de nuestra fe. Se puso a votación y además fue afirmado por el don de la profecía.

Así que está en el nombre "Adventista del Séptimo Día"? Dos esenciales, Cristo-céntrico verdades que van directo al corazón de nuestra identidad y misión - el séptimo día Sábado y la venida de Jesús.


EL SABADO: UNA SENAL QUE PERTENECEMOS

El séptimo día sábado es una señal importante de que pertenecemos a Dios. Se trata de un símbolo del amor que Jesús pone en el corazón de su novia, la iglesia. Hay
tres versículos de la Biblia que llevan a cabo esta verdad esencial - El primero de ellos se encuentra en Éxodo 31:16,17

Guardarán, pues, el día de reposo] los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo. 17 Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó.

El segundo se encuentra en Ezequiel 20:12:

Y les di también mis días de reposo, para que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico.

Y el versículo 20:

y santificad mis días de reposo, y sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová vuestro Dios.

El sábado nos une a Jesús como nuestro Creador. La Biblia deja muy claro que fue Jesús quien desempeñó el papel principal en la creación del mundo. (Juan 1:3; Efesios 3:9, Colosenses 1:16, Hebreos 1:02) Fue Jesús quien habló y por su palabra trajo este mundo a la existencia. Fue Jesús que dio lugar al género humano y sopló en Adán y Eva el don de la vida. En el don supremo de la creación Dios nos dio la Sábado del séptimo día. El día de reposo del séptimo día continuamente nos remite a Jesús. Es un recordatorio constante de su amor, su grandeza y su poder creador. Si el séptimo día sábado había sido fielmente honrado a lo largo de los años nunca hubiera habido un ateo o un idólatra.

El sábado nos une a Jesús como nuestro libertador. En el preambulo a los diez mandamientos leemos:

Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. Exo 20:2

Eso es que Jesús esta habladonos en el monte Sinaí que tenemos que recordar que la ley de Dios ha enmarcado en los Diez Mandamientos para que la gente sea libre. Cuando Dios te lleva a cabo la liberación de la esclavitud del pecado dentro de una relación salvadora con Jesús, Él te hace libre! Y Él da su ley para proteger y nutrir a los que son librados. El corazón de la ley es el sábado. Repite conmigo:

Acuérdate del día de reposo para santificarlo. 9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 10 mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. 11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de Sábado y lo santificó. Exo 20:8-11

El sábado nos une a Jesús como nuestro ejemplo. Jesús fue a la iglesia el sábado (Luc 4:16)

El sábado nos une a Jesús como nuestra eterna seguridad. Apocalipsis 7 nos dice que antes que venga el fin del mundo Dios enviara a sus santos Ángeles para sellarnos- para asegurar en la eternidad de Cristo. El séptimo día sábado lleva el sello de Dios- y este es un símbolo que pertenecemos a El.

Por ultimo el sábado nos une a Jesús por toda la eternidad. Isa 66:23

Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová.

A lo largo de toda la eternidad nos reuniremos alrededor del trono de Dios cada sábado para adorar y celebrar y regocijarnos juntos.


LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO: NUESTRA BENDITA ESPERANZA

El segundo componente en nuestro nombre es "Adventista", ya que afirma nuestros más preciados esperanza y expectativa. Así como el sábado es el anillo de bodas de oro del corazón, la Segunda Venida de Jesús es nuestra esperanza bienaventurada. Me encanta la forma en que apóstol Pablo dice en su carta al pastor Tito quien ministra a su iglesia en la isla del mediterránea de Creta:

aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, Tito 2:13

La bendita esperanza: Ese es el tipo de cosa que le mantiene en marcha cuando la vida es dura. Cuando su compañero de abandona. Cuando el médico te dice: "Esto es cáncer". Cuando usted está parado en frente del ataúd de su hija. Cuando usted fue despedido de su trabajo. Cuando su casa se incendia. Usted necesita la esperanza y la certeza de que Jesús pronto volverá para seguir adelante.

Hace treinta años había algunos cristianos que comenzaron a jugar con la idea de que aun cuando no habría Segunda Venida y si aún no había cielo valdría la la pena servir al Señor por la manera en que enriquece nuestra vida aquí y ahora. Hay algo de verdad en todo esto - Dios enriquece nuestras vidas aquí y ahora. Pero nunca olvido cuando estaba en el seminario en mis clases con el Dr. Mervyn Maxwell, cuando dijo: "La gente que compra en ese tipo de teología ha tenido una vida demasiada fácil." La venida de Jesús es nuestra mejor esperanza. Es la promesa que mejores días vienen.

La esperanza del retorno de Cristo es un tema dominante en las Escrituras. La Biblia dice mas acerca de la venida de Jesús que cualquier otro evento. Dwight L. Moody nos dice que hay más de 2.500 referencias a la Segunda Venida en la Biblia y que la mayoría de ellos están en el Antiguo Testamento. Hay 260 capítulos en el Nuevo Testamento y la Segunda Venida se refiere 318 veces. Su uste pone esto junto, encontrara que de después de cada 25 versículos un habla de este gran evento en la Biblia.

Es como el Monte Fuji, que sale mas de 3500 metros en el aire. Esto domona todo el paisaje japonés por kilómetros alrededor. Me dijeron que los artistas clásicos japoneses siempre pintan el Fuji en sus pinturas. A veces esto esta a la distancia. A veces es justo hay en colores llamativos y brillantes. A veces está envuelto en las tonalidades de gris de una tormenta o envuelto en los colores etéreos del crepúsculo. Pero siempre, Fujiyama está ahí.

Lo mismo ocurre con la Segunda Venida de Jesús en la Biblia - A veces el profetas pintar la escena en los tonos sombríos del gran día del Señor. La mayoría de la veces esto representa colores brillantes de esperanza y alegría por venir.


Se acerca el día en nos reuniremos con el Señor! Será un indescriptible explosión de su gloria que se extenderá de horizonte a horizonte y el Rey Jesús vendrá! El coro ángeles cantaran el himno con nota alegre. El sonido de la trompeta anunciara su regreso. Y cuando el sequito divino se acerque veremos su rostro. Como que Él pone la trompeta de plata en sus labios un toque de clarín rodará por toda la tierra. "¡Despierta!" "¡Despierta!" Él llamara a sus santos que dormían en sus tumbas y de los oscuros recovecos de la tierra y despertara a todos los redimidos de todas las edades. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.


APELACION

¿Qué hay en un nombre? Muchos cuando tu estas en el asunto. Una gran cantidad cuando tu estas en el asunto porque estas diciendo a la gente de alrededor del mundo que hay un Salvador y que su nombre es Jesús. Un Adventista del séptimo día, un adventista del séptimo día cristiano. Mantengo estos dos tesoros en mi corazón: El séptimo día Sábado y la promesa del regreso de Cristo porque ellos enriquecen mi relación con Jesús.

¿Y tú? ¿Estás contento de ser un Adventista del Séptimo Día cristiano? ¿Esta Jesús en el corazón de todo lo que tu más quieres? ¿Es esta iglesia algo especial para ti? Es el séptimo día Sábado el mejor día de la semana para ti? Un sagrado día de celebración que enriquece tu relación con Jesús? Y el regreso inminente de nuestro Señor – realmente brilla tu corazón con esa esperanza? Es tu vida diaria impactada por la seguridad de que cualquier día de estos Jesús vendrá a llevarte a casa? Esta usted comprometido con el mensaje y la misión de esta iglesia?

Tal vez usted es un invitado de hoy - un buscador de la verdad- alguien que está buscando una iglesia. Les aseguro que nuestros corazones están abiertos a usted y que las puertas de nuestra iglesia están abiertas para usted. Para ti hay una invitación especial para unirte a nosotros en conocer a Jesús a través de los regalos del sábado y su prometido regreso. Ven hablar conmigo – o pregunta a cualquier miembro de esta iglesia y haremos todo lo posible para ayudarlo en su experiencia con Jesús en su vida hoy y siempre.



Fuente: www.150sda.org
El 1 y 2 de octubre de 2010, las Iglesias Adventistas conmemoran el 150 Aniversario de la elección del nombre de la denominación, "ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA"
Autor: Dan Martella

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