viernes, 6 de julio de 2007

MUSICA SEXUALMENTE CARGADA, Michael Foust*.

La MUSICA SEXUALMENTE CARGADA impacta directamente los hábitos sexuales de los adolescentes, señala un nuevo estudio.

Los adolescentes que escuchan música sexualmente degradante incluyendo algunas formas de la popular música rap tienen mas probabilidades de ser sexualmente activos que otros adolescentes, dice un nuevo estudio .

El estudio ("Exposure to Degrading Versus Nondegrading Music Lyrics and Sexual Behavior Among Youth") hecho por la Corporación RAND encuestó a 1.461 adolescentes de edades 12-17 y los siguió durante tres años, dirigiendo entrevistas en 2001, 2002 y 2004. A cada intervalo, ellos les preguntaron a los adolescentes por su música y los hábitos sexuales.

Los adolescentes que escucharon música sexualmente degradante--por artistas tales como los raperos Lil'Kim y Ja Rule--estaban "con más probabilidades… de iniciar relaciones sexuales y otras actividades sexuales", dijo un comunicado de prensa de RAND. (El estudio incluyó muestras de las letras de las canciones de Lil'Kim y Ja Rule que no pueden imprimirse aquí.)

Aunque el estudio miró todos los tipos de música--incluyendo rock pesado, country y pop--encontró que el rap y el rap-metal tenían la frecuencia más alta de letras sexualmente degradantes. El estudio encontró que las letras degradantes impactaron negativamente tanto a muchachos como muchachas, blancos y no-blancos.

A diferencia de la música de las pasadas décadas, el idioma en muchas de las canciones de hoy que "se usa para describir el sexo ha llegado a ser crecientemente directo", dijo el estudio.

“Estas retratan como objeto y degradan a las mujeres de maneras que están claras, pero ellas hacen lo mismo con los hombres pintándolos como machos manejados por el sexo,” dijo en una declaración Steven Martino, un psicólogo de RAND que dirigió el estudio. “Los músicos que usan este tipo de imaginería sexual están comunicando algo muy específico sobre qué papeles sexuales son apropiados, y los adolescentes que escuchan pueden actuar en base a estos mensajes.”

El estudio dice que la música sexualmente degradante y los videos musicales, pintan "a varones manejados por el sexo que compiten entre si por hembras que son vistas como objetos sexuales" y cuyo "valor está basado en su apariencia física".

El estudio de RAND confirma lo que “Focus on the Family” (Enfoque en la familia) y otros cristianos conservadores han estado diciendo "durante años", dijo Bob Waliszewski, especialista en medios de comunicación para “Focus on the Family”.

"Yo estoy muy contento que la corporación RAND haya hecho este estudio, porque algunas personas parecen pasar por alto lo obvio", dijo Waliszewski a la Prensa bautista. "Y hasta que no existió un estudio , apenas resonaba."

El adolescente promedio escucha música 1.5 a 2.5 horas por día--sin contar el tiempo que él o ella pueden gastar mirando videos musicales, dijo el estudio. Un cuarto de los adolescentes escucha más de tres horas de música al día, dijo.

Escuchar música degradante puede tener un impacto negativo significativo en la adolescencia, dijo el estudio . Las muchachas, dijo, pueden esperar ser tratadas irrespetuosamente por los muchachos.

"Si es así, estas expectativas pueden tener efectos duraderos en sus elecciones para una relación, una posibilidad que admite una posterior investigación" , dijo el estudio. "Los muchachos, por otro lado, pueden llegar a interpretar la conducta sexual masculina temeraria como 'muchachos sean muchachos' y descartar las preferencias y deseos sexuales de las muchachas como inconsecuentes".

El estudio sugirió que los padres "supervisen el tipo de música al que sus hijos son expuestos". Waliszewski estuvo de acuerdo, diciendo que demasiados padres creen que ellos "no tienen tiempo para darse cuenta con qué bandas están sus hijos." Los padres debieran tener "charlas de sexo" pero también debieran tener "charla de entretenciones", agregó.

"Éste es un asunto crucial, porque las elecciones de entretenimiento llevan a algunos de los temas más grandes por los que usted está angustiado ", dijo Waliszewski. "Usted está interesado en las 'charlas de sexo'… pero ¿se da usted cuenta de que si usted no tiene 'una charla de entretenimiento' usted puede estar tratando con la 'charla de embarazo precoz'? ".

El "muy privado mundo" de los iPods les ha permitido a los adolescentes bajar y escuchar música que alguna vez ellos pudieran haber evitado. Con los iPods, señaló Waliszewski, no queda ninguna caja de CD dando vuelta como evidencia.

"Ahora, cada vez más, el joven está en el automóvil, un pie lejos de sus padres, y sus padres… no podrían enumerar siquiera dos de las 120 canciones que están en el iPod", dijo.

Waliszewski que una vez fuera el crítico de música para la revista Focus y revisara aproximadamente 800-900 CD, dijo que la música de hoy es significativamente más sexualmente degradante y sugestiva que la música que los padres escucharon cuando ellos eran jóvenes.

Aproximadamente 750.000 adolescentes se embarazan cada año y 4 millones contraen enfermedades sexualmente transmitidas, según estadísticas federales citadas en el comunicado de prensa de RAND .

Hace dos años RAND emitió un estudio similar que mostraba que los adolescentes que miran televisión con contenido sexual tienen más probabilidades de llegar sexualmente activos ( acesso website investigación RAND, "Does Watching Sex on Television Influence Teens’ Sexual Activity?" ).

* Articulo traducido por Rolf Baier Schmidt, (grupo La Verdad Presente) del extracto realizado por la Adventist Review, “New Study: Sexually Charged Music Impacts Teen Sexual Habits”; del original “Sexually charged music directly impacts teenage sexual habits, new study says”, realizado en Baptiss Press por Michael Foust (8 de agosto del 2006).

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