domingo, 30 de mayo de 2010

De la Ciudad al Campo. Por Elena G. de White / Sección 4

Sección 4 / El Trabajo en las Zonas Rurales

La tierra suplirá nuestras necesidades

"Si se cultiva la tierra, ella proveerá, con la bendición de Dios, para nuestras necesidades. No tenemos que desanimamos en cuanto a las cosas temporales en virtud de fracasos aparentes ni debiéramos descorazonamos a causa de la tardanza. Debiéramos trabajar el suelo alegre, esperanzada y agradecidamente, estando persuadidos de que la tierra encierra en su seno ricas provisiones para el obrero fiel, provisiones más preciosas que oro y plata. La mezquindad que se le atribuye a un testimonio falso. Con un cultivo adecuado e inteligente, la tierra entregará sus tesoros para provecho del hombre. Las montañas y las colinas están cambiando; la tierra se está envejeciendo como ropa de vestir; empero la bendición de Dios que tendió mesa para su pueblo en el desierto no cesará jamás.

"Tiempos solemnes hay delante de nosotros y existe gran necesidad de que las familias salgan de las ciudades y se internen en el campo, a fin de que la verdad pueda llevarse a los vallados así como a los caminos de la tierra. Mucho dependen de que se tracen nuestros planes de acuerdo con la palabra del Señor y se lleven a término con perseverante energía. Depende más de la consagrada actividad y perseverancia que del genio y del estudio de los libros. Todos los talentos y las aptitudes otorgadas a los agentes humanos, si no se usan, son de escaso valor.

"Un regreso a los métodos más sencillos será apreciado por los niños y los jóvenes. El trabajo en la huerta y en el campo constituirá una variación agradable en la cansadora rutina de las lecciones abstractas, a las cuales sus jóvenes inteligencias no debieran jamás ser limitadas. Esta variación será especialmente valiosa para el niño nervioso que encuentra en los libros lecciones agotadoras y difíciles de recordar. Hay para él salud y dicha en el estudio de la naturaleza y las impresiones hechas no desaparecerán de su mente, por cuanto estarán asociadas con objetos que se hallan constantemente ante sus ojos" (Joyas de los Testimonios, tomo 2, pág. 445; 1900).

Un pedazo de tierra y un hogar cómodo

"Se ha de hacer que la tierra rinda su productividad; con todo, sin la bendición de Dios no podría, de suyo, hacer nada. En el principio Dios contempló todo lo que había hecho y dijo que era buena en gran manera. A consecuencia del pecado la tierra fue maldita. Pero, ¿ha. de multiplicarse esta maldición por el aumento del pecado? La ignorancia está haciendo su obra funesta. Siervos perezosos están acrecentando el mal a causa de sus hábitos ociosos. Muchos no están dispuestos a ganarse el pan con el sudor de su frente y se niegan a cultivar la tierra. Pero la tierra oculta bendiciones en sus profundidades para los que tienen el valor, la voluntad y la perseverancia para recoger sus tesoros. Los padres y las madres que poseen un pedazo de tierra y un hogar cómodo son reyes y reinas.

"Muchos agricultores no han obtenido utilidades proporcionadas de sus tierras debido a que emprendieron ese trabajo como si fuese una ocupación degradante; no ven que hay en él una bendición para sí mismos y para sus familias. Todo lo que pueden discernir es un estigma de servidumbre. Sus huertos son descuidados, las mieses no se almacenan en el momento debido, y se hace un trabajo superficial en el cultivo de la tierra" (La Educación Cristiana, págs. 348,349; 1894).

El cultivo de frutas y verduras y la crianza de aves

"En esta región hay una gran porción de tierra desocupada. Algunos miembros de nuestro pueblo que viven en la atmósfera envenenada de las ciudades, harían bien en conseguir unas pocas hectáreas de esta tierra. Para mantenerse, podrían cultivar frutas y verduras y criar aves. El sanatorio le compraría gustosamente huevos y verduras. Me agradaría que se iniciara alguna empresa semejante. Los padres y los hijos recibirían una gran bendición si abandonaran las ciudades perversas y contaminadas, y fueran al campo" (Carta 63; 1904).

La vida en el campo es una bendición para los pobres

"Si los pobres que atestan hoy las ciudades encontrasen casas en el campo, podrían no sólo ganarse la vida, sino recobrar la salud y gozar de la felicidad que ahora desconocen. Rudo trabajo, vida sencilla, estricta economía, y a menudo penalidades y privaciones, es lo que les tocaría, pero ¡qué bendición sería para ellos dejar la ciudad, con sus solicitaciones al mal, sus alborotos y sus crímenes, su miseria y su impureza, para saborear la tranquilidad, la paz y la pureza del campo!

"Si a muchos de los que viven en las ciudades y que no tienen ni un metro cuadrado de hierba que pisar, y que año tras año no han mirado más que patios sucios y estrechos callejones, paredes de ladrillo y pavimentos, y un cielo nublado de polvo y humo, se les llevara a algún distrito rural, en medio de campos verdes, de bosques, collados y arroyos, bajo un cielo claro y con aire fresco y puro, casi les parecería estar en el paraíso.

"Apartaos así del contacto de los hombres y de la dependencia de ellos, y alejados de los ejemplos, las costumbres y el bullicio, corruptores del mundo, se acercarían más al corazón de la naturaleza. La presencia de Dios sería para ellos cada vez más real. Muchos aprenderían a depender de Él. Por medio de la naturaleza oirían la voz de Dios hablar de paz y amor a su corazón, y su mente, alma y cuerpo corresponderían al poder restituyente y vivificador" (El Ministerio de Curación, págs. 143,144; 1905).

Fundación de las industrias para las familias

"Los creyentes que viven en las ciudades tendrán que trasladarse al campo, a fin de salvar a sus hijos de la ruina. Será necesario fundar industrias que proporcionen trabajo a estas familias. Los dirigentes del colegio de ......... y de ............ deberían estudiar las posibilidades de que estas instituciones instalen dichas industrias, a fin de que los miembros de nuestro pueblo que desean abandonar las ciudades, puedan adquirir hogares modestos sin hacer grandes desembolsos, y que también puedan encontrar trabajo. Ambas instituciones ofrecen perspectivas favorables y alentadoras para el desarrollo de este plan. Se las debe analizar.

“Hasta que no se haya comenzado esta obra, no es posible especificar todo lo que debe hacerse. Orad por este asunto, recordando que Dios dirige el timón, y que él guía el desarrollo de las diversas empresas. Cuando en un determinado lugar se dirige apropiadamente la obra, ello es una lección objetiva para otros lugares.

Al realizar la tarea no se debe aplicar un criterio estrecho ni egoísta. El trabajo debe partir de una base sencilla y sensata. Todos deben aprender que no basta con aseverar que creen en la verdad, sino que deben ejemplificarla en la vida diaria" (carta 25; 1902).

Fábrica de alimentos saludables

“Aquí —Abonadle— se debería establecer una industria de alimentos saludables relacionada con el colegio. Dios me ha indicado que los padres pueden hallar trabajo en esta industria y enviar a sus hijos al colegio. Pero todo debe ser hecho con la mayor sencillez. No debe haber extravagancia en ningún aspecto. Es necesario realizar una obra sólida, porque de lo contrario los resultados dejarían mucho que desear'' (Australasian Union Conference Record, 28 de julio de 1899).


Continuar en la sección 5
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