domingo, 30 de mayo de 2010

De la Ciudad al Campo. Por Elena G. de White / Sección 3

Sección 3 / Una Exhortación a los Padres

Alejad a vuestros hijos de los centros de la iniquidad

"No se dejen tentar los padres por ninguna ventaja temporal que los induzca a descuidar la educación de sus hijos. Siempre que sea posible, los padres tienen el deber de establecer su hogar en el campo en bien de sus hijos. Hay que proteger cuidadosamente tanto a los niños como a los jóvenes. Debería mantenérseles alejados de los centros de iniquidad que hay en nuestras ciudades. Permitamos que los rodee la influencia de un verdadero hogar cristiano - un hogar donde mora Cristo'' (Carta 268; 1906).

Antes que sobrevenga el azote

“Antes que el azote venga como avenida de aguas sobre los habitantes de la tierra, el Señor exhorta a todos los que son israelitas de verdad a prepararse para aquel suceso. A los padres hace llegar este grito de alarma: Juntad vuestros hijos en vuestros hogares; separadlos de aquellos que desprecian los mandamientos de Dios, que enseñan y practican lómalo. Salid de las grandes ciudades tan pronto como sea posible. Estableced escuelas de iglesia Dad a vuestros hijos la Palabra de Dios por fundamento de toda su educación" (Joyas de los Testimonios, tomo 2, pág. 454).

"El Señor me instruyó para que advirtiera a nuestro pueblo que no se congregue en las ciudades para habitaren ellas con sus familias. Se me indicó que diga a los padres y a las madres: Cuidad de mantener a vuestros hijos dentro de los límites de vuestro hogar" (Manuscrito 81; 1900).

Salvación de los hijos versus comodidad y conveniencia

“Los niños no deben estar expuestos por más tiempo a las tentaciones de las ciudades que están maduras para su destrucción. El Señor nos ha amonestados y aconsejado para que saliésemos de las ciudades. Por eso no debemos hacer más inversiones en ellas. Padres y madres, ¿cómo consideráis las almas de vuestros hijos? ¿Estáis preparando a los miembros de vuestras familias para ser trasladados a las cortes celestiales? ¿Los estáis preparando para que sean miembros de la familia real e hijos del Rey celestial? 'Porque, ¿qué aprovechara el hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?' (Mar. 8:36). ¿Qué importancia tienen el ocio, la comodidad y la conveniencia, comparados con el valor de las almas de vuestros hijos?" (Mensajes selectos, tomo 2, pág. 407; 1905).

El carácter cristiano se desarrolla mejor en los lugares apartados

"Ni una familia de cada cien se beneficiara en el aspecto físico mental o espiritual, por residir en la ciudad. Es mucho más fácil obtener fe, esperanza, amor y felicidad en los lugares apartados, en medio de los campos, las montañas y los árboles. Alejad a vuestros hijos de las escenas y los sonidos de la ciudad, del público y estrépito de los tranvías y carros, y su mente se fortalecerá. Descubriréis que es más fácil que la verdad de la palabra de Dios halle morada en sus corazones" (Manuscrito 76; 1905).

"Enviad a los niños a las escuelas ubicadas en la ciudad, donde cada faceta de la tentación está lista para atraerlos y desmoralizarlos, y la tarea de edificar su carácter será diez veces más difícil tanto para los padres como para los hijos" (Fundamentáis of Christian Education, pág. 326; 1894).

El campo es un lugar de refugio

"Los padres deben comprender que la educación de sus hijos constituye una obra importante en la salvación de las almas. El campo ofrece oportunidad para una abundante ejercitación en la práctica de hacer lo que debe ser hecho y que proporcionará salud física mediante el desarrollo de los nervios y los músculos. 'Fuera de las ciudades', es mi mensaje para la educación de nuestros hijos.

"Dios proporcionó a nuestros primeros padres los medios para llevar a cabo una verdadera educación cuando los instruyó para que labrasen la tierra y cuidasen el huerto que constituía su hogar. Después de la entrada del pecado, debido a la desobediencia de los requerimientos del Señor, se acrecentó enormemente el trabajo de cultivar la tierra, porque ésta, a causa de la maldición, produjo espinas y cardos. Pero el trabajo en sí mismo no se dio a causa del pecado. El gran Maestro mismo bendijo el trabajo de cultivar la tierra,

"Satanás tiene el propósito de atraer a las ciudades a los hombres y a las mujeres, y con el fin de lograrlo inventa toda clase de novedades y diversiones, y toda clase de recursos que resultan excitantes. Y las ciudades del mundo están llegando a ser hoy como las ciudades que existían antes del diluvio..." (Mensajes Selectos, tomo 2, págs. 407,408).

"Deberíamos sentir una preocupación constante al observar el cumplimiento de las palabras de Cristo: 'Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre' (Mat24:37). En los días que precedieron al diluvio, se inventó toda clase de diversiones para llevar a los hombres y mujeres a la despreocupación y al pecado. Hoy, en 1908, Satanás está obrando intensamente, para que prevalezcan las mismas condiciones impías. Y la tierra se está corrompiendo! Los profesos cristianos respetarán muy poco la libertad religiosa, porque muchos no disciernen las cosas espirituales.

“No podemos dejar de ver que el fin del mundo se acerca. Satanás está obrando en la mente de hombres y mujeres, y muchos parecen sentirse invadidos por el deseo de diversión y excitación. Como en los días de Noé, está aumentando la maldad en todas sus formas. El divorcio y el matrimonio están a la orden del día. En un tiempo como el presente, los que procuran guardar los mandamientos de Dios deberían buscar lugares apartados, lejos de las ciudades" (Manuscrito 85; 1908).

No es una gran privación

“¿Quién será el amonestado? Volvemos a decir: 'Fuera de las ciudades'. No consideréis que es una privación el tener que trasladarnos a los cerros y a las montañas, sino buscad un retiro donde podáis estar solos con Dios, para aprender su voluntad y sus caminos...

"Insto a nuestro pueblo a que convierta la búsqueda de la espiritualidad en la obra de su vida. Cristo está a la puerta. Por esto digo a nuestro pueblo: 'No consideréis que es una privación el ser llamados a dejar las ciudades para trasladamos al campo. Allí esperan abundantes bendiciones para los que deseen aprehenderlas. Al contemplar las escenas de la naturaleza, las obras del Creador, y al estudiar la obra de la mano de Dios, seréis transformados imperceptiblemente a la misma imagen” (Mensajes Selectos, tomo 2, pág. 408; 1908).

Cómo obtener los mejores resultados de la vida

“La vivienda costosa, el mobiliario primoroso, el boato, el lujo y la holgura no suministran las condiciones indispensables para una vida feliz y provechosa. Jesús vino a esta tierra para realizar la obra más importante que haya sido jamás efectuada entre los hombres. Vino como embajador de Dios para enseñarnos como vivir para obtener los mejores resultados de la vida. ¿Cuáles fueron las condiciones escogidas por el Padre infinito para su Hijo? Un hogar apartado en los collados de Galilea; una familia mantenida por el trabajo honrado y digno; una vida sencilla; la lucha diaria con las dificultades y penurias; la abnegación, la economía y el servicio paciente y alegre; las horas de estudio junto a su madre, con el rollo abierto de las escrituras: la tranquilidad de la aurora o del crepúsculo en el verdeante valle: las santas actividades de la naturaleza; el estudio de la creación y la providencia, así como la comunión del alma con Dios: Tales fueron las condiciones y oportunidades que hubo en los primeros años de la vida de Jesús" (El Ministerio de Curación, págs. 282. 283; 1905).

La influencia del campo en la vida de los hombres nobles

"Tal fue el caso también para la gran mayoría de los hombres mejores y más nobles de todas las edades. Leed las historias de Abrahán, de Jacob y de José, y de Moisés, de David y de Elíseo. Estudiad la vida de los hombres que en tiempos posteriores desempeñaron cargos de confianza y responsabilidad, de los hombres cuya influencia fue de las más eficaces para le regeneración del mundo.

“¡Cuántos de estos hombres se criaron en humildes hogares del campo! Poco supieron de lujos. No malgastaron su juventud en diversiones. Muchos de ellos tuvieron que luchar con la pobreza y las dificultades. Muy jóvenes aún aprendieron a trabajar, y su vida activa al aire libre dio vigor y elasticidad a todas sus facultades. Obligados a depender de sus propios recursos, aprendieron a luchar con las dificultades y a vencer obstáculos, con lo que adquirieron valor y perseverancia. Aprendieron a tener confianza en sí mismos y dominio propio. Apartados en gran medida de las malas compañías, se contentaban con placeres naturales y buenas compañías. Sus gustos eran sencillos, y templados sus hábitos. Se dejaban dirigir por principios y crecían puros, fuertes y veraces. Al ser llamados a efectuar la obra principal de su vida, pusieron en juego vigor físico y mental, buen ánimo, capacidad para idear y ejecutar planes, firmeza para resistir al mal, y todo esto hizo de ellos verdaderas potencias para el bien en el mundo" (Id; págs. 283, 284; 1905).

Mejor que las riquezas

"'Mejor que cualquier herencia de riquezas que podáis dejar a vuestros hijos será la dádiva de un cuerpo vigoroso, una mente sana y un carácter noble. Quienes comprenden lo que constituye el verdadero éxito de la vida serán sabios a tiempo. Al establecer un hogar recordarán las mejores cosas de la vida.

"En vez de vivir donde sólo puedan verse las obras de los hombres y donde lo que se ve y se oye sugiere a menudo malos pensamientos, donde el alboroto y la confusión producen cansancio e inquietud, id a vivir donde podáis contemplar las obras de Dios. Hallad la paz del espíritu en la belleza, quietud, y solaz de la naturaleza. Descanse vuestra vista en los campos verdes, los árboles y los collados. Mirad hacia arriba, al firmamento azul que el polvo y el humo de las ciudades no obscurecieron, y respirad el aire vigorizador del cielo. Id a donde, lejos de las distracciones y las disipaciones de la vida de la ciudad, podáis dar vuestro compañerismo a vuestros hijos y enseñarles a conocer a Dios por medio de sus obras y prepararlos para una vida de integridad y utilidad" (Id; pág. 284; 1905).

Múltiples beneficios de una vida activa al aire libre

"Sería bueno para ustedes que dejaran a un lado sus preocupaciones y encuentran refugio en el campo, donde las influencias que corrompen la moral de la juventud no son tan fuertes.

“Es verdad que en el campo no estarán totalmente libres de dificultades ni de preocupaciones, pero podrán evitar muchos males y cerrar la puerta aun diluvio de tentaciones que amenazan dominar la mente de sus hijos. Ellos necesitan estar ocupados en diversas actividades. La monotonía de sus hogares los pone inquietos y revoltosos, y han caído en el hábito de juntarse con los muchachos viciosos de la ciudad, recibiendo de este modo la educación de la calle...

"Para ellos sería muy provechoso vivir en el campo; una vida activa y al aire libre les daría salud física y mental. Podrían cultivar una huerta, donde podrían encontrar distracción y ocupación útil. El cultivo de las plantas y flores ayuda a mejorar el gusto y el juicio, al mismo tiempo que el contacto con las cosas útiles y hermosas que Dios ha creado, ejerce una influencia que refina y ennoblece la mente, y la dirige hacia el Hacedor y Señor de todo" (Testimonies, tomo 4. pág. 136; 1876).

No esperéis que un milagro deshaga los resultados de una conducta impropia

"Cada vez que veo flores pienso en el Edén. Constituyen una expresión del amor de Dios hacia nosotros. Así es como Él nos proporciona en este mundo un goce anticipado del Edén. Quiere que nos deleitemos en las cosas hermosas de su creación. y que veamos en ellas una expresión de lo que él hará por nosotros.

"Desea que vivamos con amplitud de espacio. Su pueblo no debe aglomerarse en las ciudades. Él quiere que sus hijos lleven a sus familias fuera de las ciudades a fin de prepararlas mejor para la vida eterna En un poco de tiempo más tendrán que abandonarlas.

"Estas ciudades están llenas de toda clase de impiedad: huelgas, asesinatos y suicidios. Satanás está en ellas y domina a los hombres en su obra destructiva Bajo su influencia matan por el placer de matar, y harán esto cada vez más...

"Si nos colocamos bajo influencias objetables, ¿podemos esperar que Dios realice un milagro para deshacer los resultados de una conducta impropia? Por cierto que no. Salid de las ciudades tan pronto como sea posible, y adquirid una porción de tierra donde vuestros hijos puedan ver crecer las flores y aprender de ellas lecciones de sencillez y pureza" (Mensajes Selectos, tomo 2, págs. 408,409; 1903).



Continuar en la sección 4
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